El Centro de Investigación y Tecnología Animal trabaja en la pervivencia de la Gallina Valenciana de Chulilla
+ TURIA | La especie, única raza
autóctona reconocida en la Comunitat, se encuentra en peligro de extinción
La Facultad de Veterinaria de la Universidad
Cardenal Herrera colabora con el IVIA, a través de su Centro de Investigación y
Tecnología Animal, en el programa de la Conselleria de Agricultura, Medio
Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural para la recuperación de la
Gallina Valenciana de Chulilla, única raza reconocida de gallinas autóctonas de
la Comunitat Valenciana, en peligro de extinción.
El proyecto de investigación “Conservación in
situ y ex situ de la gallina valenciana de Chulilla” está liderado por la Dra.
Eva Mocé y en él participan profesoras de la Facultad de Veterinaria. Uno de
los puntos principales de este proyecto es la congelación de semen de los
gallos para la creación del banco de semen de esta raza. En el CITA de Segorbe
han nacido más de 100 pollitos fruto de la inseminación con semen fresco y en
breve se esperan nacimientos con semen congelado.
Una
gallina de las nuestras
La Gallina Valenciana de Chulilla es una raza de
tipo Mediterráneo de tamaño ligero, rústica e inquieta. De cresta sencilla y
orejillas blancas. Sus barbillas son desarrolladas. Los tarsos son de color
pizarra. El plumaje ceñido al cuerpo de color negro con giro. Los gallos son
giros con esclavina, manto y caireles plateados. Las gallinas presentan la
tonalidad giro plateado en la esclavina.
• Huevos:
59g de media con la cáscara blanca crema.
• Peso:
Gallo de 1,95 a 2,9 Kg - Gallina 1,65 a 2,5 Kg.
• Diámetro
recomendado de las anillas (en mm): Gallo 18 - Gallina 16
Antecedentes
históricos de las gallinas valencianas
En la revisión de Villalba et al. (2002) aparecen
las gallinas de puesta descritas como tradicionales en la Comunidad Valenciana.
La Gallina Valenciana es de pluma blanca o rubia, con cresta grande y sencilla
y patas amarillas; con cara roja, orejillas perfectamente blancas y barbillas
de pequeño tamaño.
También se describen patas de color pizarra o
blancas, con frecuencia de cinco dedos. Otra población es la Gallina de Sax
(Alicante), la Sageña, también de pluma blanca, con animales de gran porte, y
con huevos de gran tamaño. Por otra parte se cita la Gallina Levantina, con
cinco dedos, con gallos rubios y gallinas de color crema, así como a las
Turias, animales cruzados originados en el cruce de Valenciana por Rhode
Island, de cinco dedos, se caracterizaban por tener pluma colorada y pata
blanca.
En toda esta revisión bibliográfica a partir de
publicaciones de principios del S. XX, no se hacía referencia a la zona de la
comarca de Los Serranos, de donde procede la población que nos concierne,
citándose concursos de puesta en los que participaban granjas principalmente de
las comarcas de L’Horta de Valencia, municipios todos cercanos a la capital.
Según la revista España Avícola (1917-1930), en
la Exposición Nacional de Avicultura celebrada en mayo de 1917 en Valencia, se
habla de la “gallina de raza valencia blanca o negra”. Posteriormente
Laborde-Bois (1919) hace referencia a la existencia de gallinas con pata color
pizarra como procedentes de cualquier corral valenciano, diferenciando las
gallinas valencianas blancas de las valencianas de pata pizarra, a las que
compara con las de raza Bresse. En la I Exposición Regional de Aves y Conejos,
se presentaron lotes de “valencianos giros” (1922). Finalmente, se publicó el
artículo “Valencianas Giras” (1929), mostrándose fotos de animales muy
similares a los de nuestra población. También aparece un comentario en la
revista Crestas y Plumas (1930) de la raza “valenciana negra y blanca”.
Salvador Castelló (1949) en su libro “Las
Gallinas y sus producciones” comentaba que “en Valencia abunda la gallina,
blanca o negra, de tipo mediterráneo que bien seleccionada puede constituir una
raza”. También hace referencia a la “raza española de cara roja” con plumaje
negro, cresta sencilla y bien dentada, cara roja, orejillas blancas, de tipo
ligero; que abundaba en Castilla la Nueva, entre otras provincias.
Según Orozco (1989) hay referencias de gallinas
de Castellón, de coloración blanca o negra, que se citaban por la utilización
de sus plumas en la fabricación de anzuelos para la pesca, aspecto que bien
podría aplicarse a nuestra población, debido a las características del plumaje
de los gallos.
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