La batalla de flores más antigua de España
Los clavellons volverán a colorear el paseo de la Alameda de València este domingo en la legendaria Batalla de Flores
València se
prepara para vivir una de sus tardes más luminosas y esperadas del calendario
festivo. Este domingo 27 de julio, a las 20.00 horas, el paseo de l'Albereda se
transformará, como cada verano, en un campo de batalla donde no se alzan armas,
sino flores: más de 1,3 millones de clavellons —de tonos naranjas y amarillos—
volarán por el aire en una celebración única, que desde hace 134 años marca el
punto final de la Feria de Julio y el principio de la nostalgia por lo vivido.
Un total de
30 carrozas y landós, completamente adornados, tomarán parte en esta edición de
la Batalla de Flores, con la participación de comisiones falleras, entidades
festeras, autoridades y público general que, desde los asientos o desde el
corazón mismo del desfile, se lanzarán mutuamente miles de flores en una
batalla sin vencedores ni vencidos, solo ganada por el color, la risa y la
tradición.
Un pabellón que vuelve a brillar
Este 2025, la
Batalla contará además con una significativa novedad: la ampliación de la
decoración de la tribuna de autoridades, inspirada en el mítico Pabellón
Municipal diseñado por el artista fallero Carlos Cortina en 1926. La tribuna,
ya parcialmente recuperada el pasado año, se verá ahora completada con sus
emblemáticas escaleras, balaustradas y lámparas originales, gracias a un
trabajo de recuperación patrimonial llevado a cabo por la empresa Valua.
Las tres
cúpulas que coronan la tribuna, luciendo la bandera nacional y las regionales,
volverán a presidir l’Albereda como un homenaje visual al esplendor de otras
épocas. El concejal de Fallas, Santiago Ballester, ha señalado que esta
intervención no solo embellece el evento, sino que “pone en valor el perfil
multidisciplinar de los artistas falleros, cada vez más presentes en la
creación de decorados para grandes eventos culturales y musicales de proyección
internacional”.
Una joya centenaria del patrimonio festivo
La Batalla de
Flores de València es la más antigua de España. Su primera edición tuvo lugar
en 1891, impulsada por el barón de Cortes de Pallás, presidente de Lo Rat
Penat, que quiso traer a la ciudad una celebración similar a las batallas
florales de Niza. Desde entonces, cada verano, las flores vuelan en València
como un acto de belleza compartida, un ritual de identidad y un legado vivo que
se renueva año tras año.
En palabras
de Ballester, “trabajamos en un plan para resaltar el valor artesanal y el
trabajo de los talleres en la gran Nit de la Puntxà en Ciutat Fallera. Queremos
que el protagonismo lo tengan los artistas falleros y las carrozas cuajadas de
flores. Es una joya centenaria del patrimonio festivo local y tenemos que
mantenerla viva”.
La Nit de la Puntxà, más visible y compartida
Como parte de
esta apuesta, el Ayuntamiento ha instalado este año toldos especiales con
protección solar para que el trabajo de los talleres y artistas falleros
durante la Nit de la Puntxà —la noche previa a la Batalla— pueda realizarse en
la calle, a la vista de los vecinos y vecinas que se acerquen a la Ciutat
Fallera este sábado. Será, una vez más, una noche de clavel tras clavel, donde
manos expertas pinchan cada flor sobre las carrozas como quien borda con pétalos
un traje para la memoria colectiva.
Un espectáculo que habla de València al mundo
La alcaldesa
María José Catalá, junto con el resto de la corporación municipal, presidirá el
evento desde la tribuna de autoridades. Su ornamentación, obra de los artistas
falleros, devolverá al conjunto la estética y el esplendor de otra época,
haciendo de esta Batalla de Flores un acto no solo festivo, sino también
patrimonial y emocional.
Porque en
València, cuando los clavellons vuelan por l’Albereda al atardecer, no es solo
una batalla la que se libra: es un canto de luz, memoria y belleza que la
ciudad ofrece al mundo.
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