El Mediterráneo arde: miles de evacuados y decenas de muertos en los incendios descontrolados que asolan Grecia, Turquía, Albania y Montenegro

Los países mediterráneos combaten una oleada simultánea de fuegos alimentada por temperaturas extremas, sequía y vientos. En las últimas horas se han evacuado más de 57.000 personas y los servicios de emergencia no dan abasto. El presidente griego habla de una batalla titánica y Turquía teme una semana crítica.

Emergencia internacional en Grecia y Turquía
Grecia vive uno de los veranos más duros de la última década con 52 incendios forestales activos en apenas 24 horas, de los que solo ocho permanecen sin control, según fuentes del cuerpo de bomberos. Las islas de Quíos, Creta, Evia, Kythera y zonas próximas a Atenas, como Kryoneri, se han visto especialmente afectadas. En Quíos, más de 5.000 personas han sido evacuadas y el incendio ha devastado ya 17 comunas. En Creta, 1.500 residentes han sido desalojados cerca de Ierapetra, y otros 5.000 turistas huyeron por su cuenta ante la proximidad del fuego.

El presidente griego, Kyriakos Mitsotakis, calificó la situación como una “batalla titánica” e hizo un llamamiento a la unidad europea para enfrentar una catástrofe de escala continental. En Evia y el sur de Atenas se han producido arrestos por presuntas negligencias en el origen de los fuegos. El calor extremo ha agravado las condiciones: temperaturas de más de 44 °C en varias regiones y vientos impredecibles complican las labores de extinción.

Turquía, en situación crítica
La vecina Turquía enfrenta una situación aún más letal. Desde finales de junio, más de 50.000 personas han sido evacuadas solo en la provincia de Izmir, donde el aeropuerto Adnan Menderes tuvo que ser cerrado temporalmente por el humo. En la región de Bursa, al menos 15 personas han muerto, la mayoría brigadistas y voluntarios que combatían las llamas en terrenos escarpados. El país registra actualmente 84 focos activos, varios de ellos en expansión.

Las autoridades turcas han declarado una semana de alto riesgo ante la previsión de más calor y viento. En la región de Hatay (Dörtyol) más de 2.000 personas fueron desalojadas. La policía ha detenido al menos a un sospechoso por provocar uno de los incendios con gasolina, hecho que ya investiga la fiscalía turca.

El fuego se extiende a los Balcanes
En Albania, los incendios alcanzaron zonas cercanas a la turística ciudad de Saranda, donde el ejército se ha desplegado para colaborar en las tareas de extinción. Varias personas han sido detenidas por sospechas de incendio intencionado. En Bulgaria, hay al menos 160 focos activos y algunas zonas han sido declaradas en estado de desastre. El país recibe apoyo aéreo de Turquía y otros vecinos europeos.

En Montenegro, un gran incendio cerca de Nikšić amenaza viviendas y continúa activo tras varios días sin que los equipos de emergencia logren contenerlo.

Crisis climática visible
La concatenación de incendios está directamente relacionada con una ola de calor sin precedentes, que ha llevado los termómetros a cifras récord: más de 50 °C en Turquía y por encima de los 44 °C en Grecia y los Balcanes. La combinación de altas temperaturas, sequedad extrema del terreno y vientos racheados ha convertido este verano en una bomba perfecta para los incendios.

Expertos alertan de que este tipo de fenómenos será cada vez más habitual y peligroso como consecuencia directa del cambio climático, especialmente en regiones mediterráneas.

Balance provisional
Hasta el momento se contabilizan más de 57.500 evacuados, al menos 17 fallecidos en Turquía, y miles de hectáreas arrasadas. En Grecia, se han producido hospitalizaciones por quemaduras e inhalación de humo, y continúan las labores de rescate. En total, hay más de 300 incendios declarados en el arco mediterráneo oriental y la situación podría agravarse en los próximos días.

El Mediterráneo arde, y Europa mira con preocupación cómo el fuego devora su frontera sur en uno de los veranos más duros de los últimos años.

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