Enoturismo en la Comunitat: sol y viña todo el año


+ TURIA | Requena acoge una jornada para fomentar la creación de experiencias alrededor del sector vitivinícola en el marco de la estrategia CreaTurisme
Con motivo de la celebración el 11 de noviembre del Día Europeo del Enoturismo, Turisme Comunitat Valenciana organiza las Jornadas Profesionales sobre este producto turístico. El objetivo, fomentar la creación de experiencias alrededor del sector vitivinícola en el marco de la estrategia CreaTurisme. Esta semana se han celebrado dos: en Castellón y en Requena.

Las jornadas están destinadas a bodegas, guías turísticos, restaurantes, establecimientos hoteleros y agencias de viajes.
Viña y sol todo el año
“Es una satisfacción ver cómo se encontraba la sala de Requena donde hemos celebrado el taller: más de 30 asistentes con voluntad de trabajar y mejorar. Había una gran diversidad de agentes que reflejan la riqueza turística de la zona y que trabajaron con interés durante todo el día”, explica Raquel Latre, CEO de la empresa Enodestino y presidenta de la DO Somontano. “Mi papel consiste en hacerles ver las cosas desde fuera de su territorio y que a veces desde dentro no ves. Debatieron, trabajaron y consensuaron los conceptos que quieren desarrollar”.
Cada territorio tiene sus particularidades y en la Comunitat Valenciana tenemos atributos únicos: sol y viña, un cálido sol de invierno, playas cerca de los viñedos y diversidad de paisajes relacionados con la uva.
Ofrecer experiencias de transformación
En la Comunitat se hace enoturismo desde hace tiempo. Ana Suria es la directora de la Ruta del Vino Utiel-Requena: “Nuestra ruta es una de las más antiguas, pero como en todo negocio, siempre hay que desarrollar nuevos productos y mejorar. El turista es cambiante y ya no quiere lo que pedía hace diez años, una visita a una bodega y una cata. Ahora buscan más actividades experienciales en las que el visitante gane en protagonismo: participar en la vendimia, en catas especiales con música o a la luz de las estrellas”.
Según explica Suria, “la estrategia pasa por ofrecer más actividades atractivas y llenar el tiempo para trascender la visita de un día y conseguir que los turistas valoren la posibilidad de pernoctar y no regresar hasta su lugar de origen”.

Esta estrategia no es fácil de implementar. En enoturismo, más que la tipología del turista manda la ubicación de la zona vinícola en relación a los grandes núcleos urbanos. “La idiosincrasia la da el sitio. Estar a una hora de playa puede ser una ventaja o una desventaja. Existe la posibilidad de acceder a una masa de turismo que viene a la playa, y si articulas una oferta lo suficientemente atractiva puedes conseguir que te visiten. Por el contrario, las inversiones hoteleras se hacen en la costa porque el flujo turístico es mucho mayor. Y en zonas vinícolas lejanas a núcleos urbanos sí que se suele generar una oferta hotelera”, manifiesta Raquel Latre.
Le pedimos a Raquel los mejores ejemplos de enoturismo: “El enoturismo suele ir vinculado a las marcas de vino. En España, las DO más visitadas son las rutas de Jérez y de Penedés, que atraen a muchos visitantes extranjeros gracias al turismo de cruceros. Y luego existen DO como Ribera Sacra, Priorato o Somontano, con modelos de desarrollo rural donde esa oferta de bodegas combina muy bien con restaurantes y hoteles”. ¿Y fuera? “El mejor ejemplo es el Valle de Napa, en California, han sido capaces de desarrollar un modelo extraordinario. Y dentro de Europa, Francia e Italia son las referencias”.
Según el Análisis de demanda turística 2017-18 Rutas del Vino de España, a nivel nacional el gasto en destino del enoturista se sitúa en 161,88 €/visitante-día, cifra muy superior a la media del turista nacional (45,34 €) y a la media del gasto del turista internacional (137 €).
El enoturismo en la Comunitat Valenciana
 “En la Comunitat Valenciana ya están en marcha tres rutas del vino: Alicante (88 servicios y establecimientos turísticos), Utiel-Requena (37) y Castellón (25), además de las 11 bodegas de la asociación enoturística Terres dels Alforins que pertenecen a la DO Valencia, donde se está preparando también una ruta”, nos explica Carmen Ibáñez, jefa de la Unidad de Desarrollo Turístico de Turisme Comunitat Valenciana.
Desde Utiel-Requena, Ana Suria sigue trabajando para añadir bodegas a la ruta. El porcentaje de adhesión todavía no es muy alto, un 25%: “Hay que continuar sensibilizando y transmitiendo que esto es una forma más de negocio, y como en todo negocio, hay que invertir en instalaciones. Aunque no se necesita una gran infraestructura: no es obligatorio tener una sala de catas, aunque sí has de construir servicios para que la gente pueda ir al baño, habilitar un espacio para la venta y atención al cliente y claro, contratar personal para el fin de semana”, advierte Ana Suria, que aclara que estos requisitos se exigen para pertenecer a la Ruta del Vino.
Según subraya Ibáñez, el enoturismo en la Comunitat Valenciana “dispone de gran potencial y contribuye a la vez al desarrollo socioeconómico del territorio, la desestacionalización y la sostenibilidad”.

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