Investigan al dueño de un perro arrojado a un pozo de ocho metros en Teruel

La Guardia Civil rescató al animal gracias a un operativo de rapel y ha abierto diligencias contra el propietario como presunto autor de un delito de maltrato animal

La Guardia Civil ha abierto una investigación en Teruel tras el hallazgo de un perro que había sido arrojado a un aljibe de unos ocho metros de profundidad, situado en las ruinas de un antiguo convento. El aviso fue dado el pasado 7 de septiembre por una senderista que escuchó los aullidos del animal y alertó a las autoridades.

La única forma de acceder al pozo era mediante una técnica de rapel, por lo que los agentes desplegaron un dispositivo con dos cuerdas semiestáticas. Una vez en el interior, proporcionaron agua y comida al perro, le colocaron un bozal y un arnés, y lo elevaron con cuidado para evitar golpes durante el ascenso.

Identificación del propietario

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Tras el rescate, el Seprona de Alcañiz se encargó de la identificación del animal a través del microchip, que permitió localizar a su dueño. El propietario ha sido investigado como presunto autor de un delito de maltrato animal y las diligencias han sido remitidas al Juzgado de Instrucción nº 1 de Alcañiz.