España afronta una crisis de incendios forestales con casi 100.000 hectáreas arrasadas y miles de evacuados
A 13 de agosto de 2025, los incendios forestales mantienen en vilo a buena parte del país, con más de 98.000 hectáreas calcinadas, varios muertos y heridos, y más de 9.500 personas obligadas a abandonar sus hogares. El avance de las llamas afecta de forma especialmente grave a Castilla y León, Galicia, Madrid, Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, en una ola de fuego alimentada por temperaturas extremas, viento y tormentas secas.
La superficie total arrasada por el fuego en lo que va de año
alcanza ya las 98.784 hectáreas, lo que supone el segundo peor registro de la
última década. Solo en agosto se han quemado cerca de 40.000 hectáreas, la misma
cifra que se había acumulado hasta finales de julio. En la última semana, la
intensidad de la ola de incendios ha provocado la destrucción de más de 25.000
hectáreas en apenas unos días, con proyecciones que apuntan a superar las
69.000 hectáreas afectadas a final de año.
La tragedia humana también deja un
rastro doloroso. Tres personas han perdido la vida en las últimas jornadas: un
hombre en Tres Cantos (Madrid) que intentaba rescatar a sus caballos, un
voluntario en León y un bombero voluntario en Zamora. A ellos se suman
numerosos heridos, incluidos varios bomberos, con al menos seis en estado grave
por quemaduras. En Ourense, tres efectivos del operativo de extinción
permanecen hospitalizados, dos de ellos con quemaduras graves.
Castilla y León es, hasta el
momento, la comunidad más castigada, con más de 20.000 hectáreas calcinadas y
miles de vecinos desalojados, especialmente en la provincia de Zamora, donde el
fuego ha avanzado sin control en zonas como Molezuelas de la Carballeda.
Galicia, por su parte, ha visto arder más de 7.000 hectáreas en Ourense, con
focos muy virulentos en Chandrexa y Maceda. Allí, las llamas han obligado a
evacuar a cientos de personas y han dejado varios heridos entre los equipos de
intervención.
En Madrid, el incendio de Tres
Cantos, que ha quemado alrededor de 2.000 hectáreas, se cobró la vida de un
vecino que intentaba salvar a sus animales. Aunque el fuego está estabilizado,
el impacto ha sido notable y ha obligado al desalojo de al menos 180 personas.
En Andalucía, Tarifa recupera poco a poco la normalidad tras permitir el
regreso de los vecinos desalojados, mientras que en Jabugo (Huelva) unas 200
personas fueron evacuadas a causa de un incendio originado por tormenta seca.
La situación en Extremadura
también es complicada, con incendios activos en el Valle del Jerte y en la zona
de Las Hurdes. Localidades como Jarilla, Villar de Plasencia y Cabezabellosa
han tenido que ser desalojadas preventivamente. En Castilla-La Mancha, los
focos de Navalmoralejo, aún activos, y el de Calera y Chozas, ya perimetrado,
han forzado evacuaciones temporales que han afectado a unas 5.000 personas.
El Ministerio del Interior ha
activado la fase de preemergencia del Plan Estatal General de Emergencias para
reforzar la coordinación de medios a nivel nacional. La Agencia Estatal de
Meteorología mantiene el riesgo extremo de incendios en prácticamente todo el
territorio, con temperaturas por encima de los 40 grados, vientos intensos y
tormentas secas que dificultan las labores de extinción. El ministro de Medio
Ambiente ha advertido que esta crisis es una “alarma clara del cambio
climático” y ha reclamado más recursos y políticas coordinadas para hacer
frente a un fenómeno que combina factores meteorológicos extremos con
escenarios de fuego de sexta generación.
Expertos forestales recuerdan que
por cada euro invertido en prevención se pueden ahorrar cien en extinción, y
subrayan la necesidad urgente de mejorar la limpieza de las masas forestales y
de reforzar las medidas de prevención para evitar que episodios como el actual
se conviertan en una dramática rutina veraniega.
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