Alerta medioambiental en Teruel por el proyecto de almacenamiento subterráneo de CO₂
La compañía estadounidense Nexwell Power plantea inyectar dióxido de carbono a alta presión bajo 13.500 hectáreas de la comarca turolense, lo que despierta el rechazo de colectivos locales por su impacto ambiental y falta de garantías.
Autorización
para investigar un almacenamiento subterráneo
El Boletín
Oficial de Aragón publicó el pasado 18 de julio la resolución de la Dirección
General de Energía y Minas que autoriza la tramitación del permiso de
investigación denominado Maestrazgo,
destinado a estudiar la viabilidad del almacenamiento de dióxido de carbono
(CO₂) en el subsuelo de varios municipios de la comarca. La iniciativa,
impulsada por la compañía energética estadounidense Nexwell Power, prevé la
captura de gases derivados de la quema de combustibles fósiles, su transporte
mediante gaseoducto o camiones hasta una planta de inyección y su
almacenamiento en formaciones subterráneas a elevada presión.
La superficie
afectada, en el sureste de la provincia de Teruel, abarca 13.534 hectáreas
repartidas entre los términos municipales de Tronchón, Villarluengo,
Cantavieja, Mirambel y Cañada de Benatanduz.
Un rechazo
frontal desde el territorio
El Colectivo Sollavientos,
que trabaja en la defensa del patrimonio natural y cultural de Teruel, ha
criticado con dureza el proyecto, al que tacha de basarse en un
“tecno-optimismo injustificado” y en una lógica puramente económica que no
considera los riesgos reales. Entre estos, señalan que las capas subterráneas
no siempre son estancas y pueden presentar fisuras o sufrir desplazamientos que
provoquen fugas del gas. Además, advierten de que no existe certeza científica
de que el CO₂ permanezca sellado indefinidamente, ni de que el proceso esté
exento de consecuencias para el entorno natural del Maestrazgo.
Los
ecologistas recuerdan que no es la primera vez que se plantea una propuesta
similar en la zona. A finales de los años 90 se estudió almacenar las emisiones
de la central térmica de Andorra en áreas próximas a Ejulve o Villarluengo, una
idea descartada por su elevado coste y falta de fiabilidad. Con el cierre
definitivo de la central, el proyecto quedó enterrado, pero Sollavientos
denuncia que se repite el mismo patrón: promesas de riqueza que no se
materializan y que sirven como excusa para explotar territorios despoblados.
Valores
naturales y llamamiento a la movilización
El colectivo
subraya que el Maestrazgo cuenta con valores naturales de relevancia excepcional,
reconocidos en diversos estudios científicos y evaluaciones de impacto
ambiental. “Este tipo de iniciativas no se plantean en lugares como la sierra
de Madrid, sino aquí porque piensan que nadie se opondrá”, denuncian en
declaraciones recogidas por Diari Libre
D’Aragón. También relacionan este proyecto con la instalación
masiva de macroparques eólicos en la comarca, que a su juicio “podrán aportar
ingresos a las arcas municipales, pero no frenarán la despoblación”.
El plan de
Nexwell Power se encuentra aún en una fase inicial, pero Sollavientos lo
considera “totalmente perjudicial” y ha hecho un llamamiento a la ciudadanía
para movilizarse en defensa del territorio.
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