Cuatro MIR renuncian a sus plazas médicas en Teruel

Todas las plazas MIR y EIR en Aragón fueron inicialmente elegidas, pero 13 profesionales han renunciado a incorporarse

El Gobierno autonómico reclama que puedan cubrirse las vacantes tras las renuncias y valora la mejora respecto a 2024

Aragón había conseguido cubrir las 265 plazas ofertadas para la Formación Sanitaria Especializada en la convocatoria MIR 2025, así como las 79 para Enfermería Interna Residente (EIR), en un primer momento histórico que despertó optimismo en el sistema sanitario autonómico. Sin embargo, hasta el día oficial de incorporación, 13 residentes han presentado su renuncia a la plaza adjudicada.

En el caso de los MIR, han sido 10 las bajas definitivas: una en Medicina de Familia en Huesca, tres en Barbastro y otras tres en Alcañiz. Además, también se ha producido una renuncia en Cirugía General en el Hospital Universitario San Jorge (Huesca), una en Microbiología y otra más en Medicina Preventiva, ambas en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.

Por su parte, en el ámbito EIR, pese a que las 79 plazas fueron igualmente seleccionadas, finalmente tres profesionales no han tomado posesión: una en la especialidad de Salud Mental en Barbastro, una en Geriatría en Teruel y otra en Salud Mental también en Teruel.

Mejor que en 2024, pero con margen de mejora

Desde el Gobierno de Aragón han mostrado su satisfacción con la mejora general respecto al ejercicio anterior. En 2024 quedaron 17 plazas MIR sin cubrir –las seis de Barbastro, siete de las ocho de Alcañiz y cuatro de las seis en Calatayud–, además de otras nueve renuncias una vez adjudicadas. En 2025, la totalidad fue elegida, lo que muestra un cambio positivo en la percepción del sistema sanitario aragonés.

Aun así, desde el Ejecutivo autonómico insisten en que es imprescindible que el Ministerio de Sanidad permita ocupar las plazas que han quedado vacantes por renuncias, con el fin de no desperdiciar recursos formativos ni asistenciales. La demanda se eleva especialmente en Medicina de Familia, donde las carencias estructurales de personal siguen siendo una preocupación.

“Cada plaza vacía es una oportunidad perdida para el sistema de salud y para el entorno rural que depende de estos profesionales”, señalan fuentes del Gobierno de Aragón, que insisten en seguir apostando por políticas de retención, incentivos y mejora de condiciones para residentes, especialmente en zonas con menor cobertura sanitaria.

Comentarios