El nuevo arancel del 25% de Trump a los coches extranjeros amenaza la industria automovilística española
La medida de Estados Unidos golpea de lleno al sector del automóvil europeo y puede tener consecuencias directas en la economía española, especialmente en plantas como la de Ford en Almussafes
El presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva que impone un
arancel del 25% a todos los vehículos fabricados fuera del país , una medida que entrará en vigor el próximo 2 de abril y que afectará
tanto a automóviles de pasajeros como a componentes clave en su fabricación.
Esta decisión abre un nuevo capítulo en la guerra comercial y supone un duro
golpe para la industria automovilística europea y, en particular, para la
española.
Impacto directo
en la industria española
España es el segundo
mayor fabricante de vehículos de Europa y octavo del mundo , con una fuerte vocación exportadora. Plantas como la de Ford en
Almussafes (Valencia) , que exporta una parte significativa de su
producción a Estados Unidos, podrían verse gravemente perjudicadas si los
aranceles encarecen sus productos frente a los fabricados dentro del territorio
estadounidense.
La medida afecta
también a piezas clave como motores, transmisiones o componentes eléctricos
, muchos de los cuales se fabrican en España y se envían a factorías de
ensamblaje en Norteamérica. El coste añadido podría restablecer la
competitividad a las empresas españolas , forzando una reestructuración de
la producción o incluso recortes de plantilla si cae la demanda desde el
mercado estadounidense.
Reacciones en
Europa y Norteamérica
La presidenta de la
Comisión Europea, Ursula von der Leyen , ha lamentado profundamente la
decisión de la Casa Blanca y ha anunciado que la Unión Europea evaluará una
respuesta firme , con contramedidas por valor de hasta 26.000 millones de
euros que podrían entrar en vigor a mediados de abril.
El comisario europeo
de Comercio, Maros Sefcovic , ha regresado de su segunda visita a
Washington sin lograr un acuerdo, pero Bruselas insiste en mantener abierta la
vía del diálogo mientras prepara un paquete arancelario en dos fases :
el primero, de 8.000 millones, estaba previsto para el 1 de abril, y el
segundo, de hasta 18.000 millones, para el 13. La Comisión podría activarlos
simultáneamente si no se logra una solución diplomática.
Por su parte, el
primer ministro canadiense, Mark Carney , ha anunciado un fondo de 2.000
millones de dólares para proteger el empleo en el sector automovilístico, al
considerar esta medida un “ataque directo” a los trabajadores de su
país. Desde Windsor, sede de importantes plantas como Ford o Stellantis, ha
señalado que Canadá “defenderá a sus empresas y trabajadores con unidad y
determinación” .
Preocupación
en la industria y los municipios afectados
En el caso español, la
planta de Ford en Almussafes es uno de los grandes motores industriales de la
Comunitat Valenciana , con millas de empleos directos e indirectos.
Cualquier caída en las exportaciones a Estados Unidos podría alterar la
delicada balanza que sostiene el futuro de la factoría, ya amenazada por
recortes de producción en los últimos años.
El Gobierno español y
las administraciones autonómicas se enfrentan ahora al reto de proteger al
sector y defender la competitividad industrial en un escenario de creciente
proteccionismo internacional. La
incertidumbre generada por esta nueva política comercial podría frenar nuevas
inversiones y desincentivar la producción en plantas altamente exportadoras
como las de Almussafes, Vigo, Figueruelas o Martorell.
Un conflicto
con consecuencias globales
La decisión de Trump
se enmarca en una estrategia de “seguridad nacional” para revitalizar la
industria automovilística estadounidense, que según la Casa Blanca ha perdido
un 34% de empleos desde el año 2000. Con esta medida, la Administración
republicana pretende presionar a los fabricantes a producir dentro de
Estados Unidos , incluso si eso desencadena una guerra comercial con sus
principales socios.
Los efectos del nuevo
arancel del 25% ya se hacen sentir en los mercados financieros y podrían
traducirse en una subida de precios de hasta el 25% en el mercado
estadounidense , un impacto que repercutirá tanto en los consumidores como
en las plantas internacionales con presencia en ese país.
España,
pendiente de las negociaciones
Desde el sector y los
sindicatos, se exige al Ejecutivo español una defensa firme de la industria
ante Bruselas y en el marco internacional , y se reclama un plan de
contingencia que incluya ayudas a la modernización, diversificación de mercados
y protección del empleo ante un escenario de tensión prolongada.
El futuro de miles de
trabajadores del sector automovilístico en España está en juego , y las decisiones que se tomen en los días próximos serán clave para el
mantenimiento de uno de los pilares de la economía nacional.
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