La UE asume la queja del campo valenciano e impone el tratamiento en frio para las naranjas importadas

 

La mayoría cualificada del Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos ha acordado modificar los requisitos comunitarios de importación vegetal para blindar a los Estados miembros frente a la entrada en territorio europeo de la polilla Thaumatotibia leucotreta (palomilla de la naranja).

El pasado mes de noviembre, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig encabezó la delegación valenciana de del sector citrícola a una reunión en Bruselas con la Directora General de Sanidad y Seguridad Agroalimentaria de la UE, Sandra Gallina, para reclamar la necesidad del tratamiento en frío de las importaciones de cítricos.

La consellera de Agricultura, Mireia Mollà, también asistió a la reunión y celebraba hoy que se haya puesto "la cordura y el aval técnico" en la decisión de la Unión Europea (UE) de aplicar el tratamiento en frío a las naranjas de África continental, Madagascar, Mauritania, Cabo Verde, Santa Elena y Reunión.

"La unión y presión ejercida por Intercitrus, La Unió, el conjunto de las entidades agrarias, la Conselleria y el Ministerio ha sido clave en el resultado, que amplía la seguridad vegetal frente a los privilegios comerciales y fitosanitarios de terceros países", ha señalado Mollà.

Mollà ya ha trasladado al ministro de Agricultura, Luis Planas, la necesidad de extender el tratamiento en frío a las mandarinas y pomelos para erradicar el riesgo fitosanitario de la plaga. Mireia Mollà ha advertido de la "amenaza inminente" de una polilla que desde 2009 se ha interceptado en 67 envíos de cítricos en puertos españoles y hasta en 562 del conjunto de la Unión Europea, procedentes de Sudáfrica, Suazilandia y Zimbabue.

Desde la Generalitat recuerdan que la polilla polífaga afecta principalmente a una veintena de cultivos entre los que se incluyen las naranjas, las mandarinas y el pomelo. En los cítricos la larva perfora la superficie y descompone la piel que se vuelve de un color marrón amarillento. Un informe del Ministerio de Agricultura de noviembre de 2020 reconoce que el daño puede llegar a alcanzar al 90% de la producción.

La mayoría cualificada del Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos ha acordado modificar los requisitos comunitarios de importación vegetal para blindar a los Estados miembros frente a la entrada en territorio europeo de la polilla Thaumatotibia leucotreta (palomilla de la naranja).

El pasado mes de noviembre, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig encabezó la delegación valenciana de del sector citrícola a una reunión en Bruselas con la Directora General de Sanidad y Seguridad Agroalimentaria de la UE, Sandra Gallina, para reclamar la necesidad del tratamiento en frío de las importaciones de cítricos.

La consellera de Agricultura, Mireia Mollà, también asistió a la reunión y celebraba hoy que se haya puesto "la cordura y el aval técnico" en la decisión de la Unión Europea (UE) de aplicar el tratamiento en frío a las naranjas de África continental, Madagascar, Mauritania, Cabo Verde, Santa Elena y Reunión.

"La unión y presión ejercida por Intercitrus, La Unió, el conjunto de las entidades agrarias, la Conselleria y el Ministerio ha sido clave en el resultado, que amplía la seguridad vegetal frente a los privilegios comerciales y fitosanitarios de terceros países", ha señalado Mollà.

Mollà ya ha trasladado al ministro de Agricultura, Luis Planas, la necesidad de extender el tratamiento en frío a las mandarinas y pomelos para erradicar el riesgo fitosanitario de la plaga. Mireia Mollà ha advertido de la "amenaza inminente" de una polilla que desde 2009 se ha interceptado en 67 envíos de cítricos en puertos españoles y hasta en 562 del conjunto de la Unión Europea, procedentes de Sudáfrica, Suazilandia y Zimbabue.

Desde la Generalitat recuerdan que la polilla polífaga afecta principalmente a una veintena de cultivos entre los que se incluyen las naranjas, las mandarinas y el pomelo. En los cítricos la larva perfora la superficie y descompone la piel que se vuelve de un color marrón amarillento. Un informe del Ministerio de Agricultura de noviembre de 2020 reconoce que el daño puede llegar a alcanzar al 90% de la producción.

La reforma obliga a aplicar el tratamiento en frío a las importaciones de naranja durante 16 días y a una temperatura de entre 0-1°C. Una exigencia ligeramente inferior a la impuesta desde Estados Unidos (22 días y -0,55°C).

La titular de Agricultura ha señalado la importancia de la decisión aprobada esta mañana que abre una puerta de oportunidad a la citricultura valenciana, "gravemente afectada por el desequilibrio en las exigencias fitosanitarias". La decisión del comité también ha acordado incrementar los controles en los puertos de entrada ante la entrada de la 'black spo't (mancha negra).

Sobre esta cuestión también se ha pronunciado Intercitrus, que valora la aprobación de esta medida como un "hito" fundamental para la citricultura española y europea pues de esta forma la UE protegerá al conjunto de la agricultura continental de la mejor manera frente a la posible entrada de esta grave plaga".

Además, apunta la interprofesional en un comunicado, la UE se alineará así en gran parte con el modo de proceder de las principales potencias productoras, como EEUU, China, Korea, India, Australia o Japón, que exigen desde hace mucho tiempo este tratamiento.

De igual modo, quiere reconocer el "excelente trabajo técnico y político" realizado en los últimos meses por el Ministerio de Agricultura español que, primero supo granjearse el apoyo de la Comisión Europea (CE) y después ha logrado los respaldos necesarios para obtener la mayoría necesaria para que la medida saliera adelante".

En idéntico sentido, Intercitrus agradece "el apoyo de otras administraciones españolas, fundamentalmente del Gobierno valenciano, de su presidente, Ximo Puig, y de su consejera de Agricultura, Mireia Mollà, que en su momento se desplazaron a Bruselas de la mano de los representantes del sector".

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