Egipto, el rey mundial de… la naranja valenciana

La tierra de los faraones supera a España en la exportación de naranjas

En mitad del desierto y entre palmerales, como un espejismo, crece una de las joyas más desconocidas de Egipto: hectáreas de naranjos que durante las últimas décadas han ganado el pulso a las dunas y hoy se extienden sin límites por su árida geografía. El milagro ha convertido a la tierra de los faraones en el mayor exportador mundial de naranjas, arrebatándole el cetro a España. El desafío es, en realidad, doble: en los campos egipcios, reina con todos los honores la variedad Valencia.

“En los últimos años los productores españoles no han mostrado mucho interés en la variedad valenciana. Han preferido plantar cítricos fáciles de pelar mientras en Egipto optábamos por sembrar más naranjas, en su mayoría, la valenciana”, reconoce a El Independiente Mahmud Shishini, director comercial de Mafa, una de las empresas agrícolas más pujantes de Egipto. Shishini nos cita en una de sus principales explotaciones, emplazada en la carretera que enlaza El Cairo con Alejandría.

En los confines del distrito de Nubaria comenzó a fraguarse hace tres décadas el prodigio que hoy confirman los números. “Todo lo que ve a su alrededor era hace tres décadas puro desierto. Hoy, en cambio, es la mayor región exportadora del país gracias a las políticas de reclamación de la tierra. Es lo que ha puesto a Egipto en el mapa”, se jacta Shishini. Su compañía, asesorada por expertos agrícolas israelíes tras el acuerdo de paz entre ambos países de 1979, fue precisamente la que por aquel entonces introdujo la semilla de la naranja Valencia que hoy crece sin pudor por los campos de arena. A pesar de su denominación, la variedad fue alumbrada en California (EEUU) a mediados del siglo XIX / LEER NOTICIA COMPLETA

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