“Los daños de jabalíes, conejos, cabras montesas, buitres… están fuera de control”
AVA-ASAJA pide reflexión para compatibilizar la protección de la fauna salvaje y de la agricultura
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) pide reflexión a la clase política y al conjunto de la sociedad para compatibilizar la protección de las especies de fauna salvaje con la protección de los agricultores y ganaderos que sufren daños récords a causa de la descontrolada y excesiva superpoblación de estos animales.
De esta manera reacciona la organización agraria a
la votación ajustada de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la
Biodiversidad que incluye al lobo en el Listado de Especies Silvestres en
Régimen de Protección Especial (Lespre) y que, de confirmarlo el Gobierno,
supondría prohibir la caza de este depredador que cada año ataca más de 4.000
animales –entre vacas, terneros, ovejas y cabras– en las explotaciones
ganaderas españolas.
AVA-ASAJA considera esta decisión como un precedente
peligroso que amenaza con dificultar la aprobación de leyes encaminadas tanto a
buscar un equilibrio poblacional de los animales silvestres que permita la
convivencia de la fauna silvestre, agricultura y ganadería, como, en caso de
daños, a establecer una serie de compensaciones indemnizatorias con las que
aliviar las pérdidas ocasionadas en las explotaciones agropecuarias.
Según estimaciones de AVA-ASAJA, el sector agrario
valenciano acumuló en 2020 unas pérdidas superiores a los 30 millones de euros,
lo que comporta un incremento del 20% respecto al ejercicio anterior, debido a
las restricciones de la caza impuestas con motivo de la pandemia y a la
inacción de las administraciones por presiones ideológicas.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado,
asegura que “los daños de jabalíes, conejos de monte, cabras montesas, buitres,
etc. están fuera de control y si seguimos sin hacer nada lo vamos a pagar muy
caro, no solo en el campo sino también en las ciudades. Además de los
siniestros en las explotaciones, cada vez hay más riesgos de propagación de
enfermedades. ¿Acaso no hemos aprendido nada del Covid-19? Pero también están
incrementando los accidentes de tráfico: solo en colisiones donde hay
involucrados jabalíes, el número se ha multiplicado por siete en la última
década. Por no hablar de los destrozos crecientes en las urbanizaciones y
núcleos urbanos, y, lo que es aún más grave, de ataques a personas como las que
ya han empezado a suceder. ¿Para empezar a actuar esperamos a que haya muertos
por los ataques de estos animales? Va siendo hora de reflexionar con sentido
común y no con aplicaciones de filosofía sin sentido. Urgen soluciones, no más
trabas ni más limitaciones, porque estamos ante un asunto con serias
implicaciones para toda la sociedad”.
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