Un técnico de Buseo declara ante la jueza que avisó a las 20.41 horas de que la presa iba a desbordar
El técnico declaró que avisó a la Generalitat y a la Confederación Hidrográfica del Júcar a las 20.41 horas del 29 de octubre y que, ante la falta de respuesta, acabó llamando al 112 para advertir del riesgo inminente.
La investigación judicial sobre los efectos de la DANA del pasado
29 de octubre ha incorporado un nuevo testimonio clave. Un ingeniero hidráulico
que prestaba apoyo a la dirección de explotación de la presa de Buseo declaró
ante la jueza instructora de Catarroja que alertó con horas de antelación a la
Generalitat Valenciana y a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) del
riesgo de desbordamiento de la infraestructura, gestionada por la
administración autonómica.
Según su declaración, el ingeniero envió un correo electrónico a
las 20.41 horas en el que advertía de que, a la vista de los datos disponibles,
la presa podía desbordar en un plazo aproximado de tres horas y media por el
aliviadero lateral. En ese mensaje, incorporado a la causa, señalaba que el
vertido podría provocar el arrastre de elementos estructurales como el petril y
la barandilla, comprometiendo la seguridad de la instalación.
Ante la imposibilidad de contactar
con los técnicos de guardia de mantenimiento, el ingeniero intentó desplazarse
hasta la presa, aunque no pudo acceder debido al mal estado de los caminos,
afectados por desprendimientos y cruces de cauces desbordados. El último dato
registrado por los sensores de la presa correspondía a poco después de las
22.00 horas, lo que, según explicó, hacía pensar que el dispositivo había sido
arrastrado por la corriente.
Tras regresar a València, el
técnico intentó contactar de nuevo con responsables superiores en torno a las
22.50 horas sin éxito, por lo que remitió un nuevo correo a la sala de control
alertando de que la presa podía estar ya vertiendo por coronación, una
situación que habría incrementado de forma notable el riesgo de colapso.
Finalmente, a las 23.36 horas, decidió llamar directamente al 112 para
trasladar verbalmente la gravedad de la situación.
En su comparecencia ante la jueza,
el ingeniero subrayó que un desbordamiento total, y no parcial como el que se
produjo, habría incrementado el peligro para zonas habitadas situadas en el
propio cauce, como la conocida como la Isla, y habría afectado al río Beatillo
y a municipios aguas abajo como Sot de Chera, Vilamarxant, Bugarra y Pedralba.
En Sot de Chera se registró el fallecimiento de dos miembros de una misma
familia, un padre y su hijo, durante aquel episodio extremo.
El
testimonio refuerza la investigación judicial sobre la gestión de la emergencia
y los sistemas de alerta durante la DANA, así como sobre la coordinación entre
las distintas administraciones responsables de la seguridad hidráulica.






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