20 estudiantes universitarios de toda Europa sacarán a la luz los orígenes de València La Vella
+ TURIA | El IV Curso práctico de arqueología
cristiana y visigoda se realiza del 29 de julio al 16 de agosto en el
yacimiento de Riba-roja
El trabajo de campo y la
experiencia práctica en excavaciones es una parte vital en la formación de la
arqueología. Por ello, El yacimiento de Valencia “la Vella” de Riba-roja de
Túria acoge el IV Curso práctico de arqueología cristiana y visigoda.
Siguiendo
su línea de trabajo en formación avanzada, el ICAC, Institut Català
d´Arqueología Clàssica junto con el Ayuntamiento de Riba-roja ha puesto en
marcha esta iniciativa con la finalidad de formar a los alumnos y alumnas en
esta especialidad mediante una serie de clases prácticas y teóricas.
Del 29 de julio al 16 de
agosto, una veintena de estudiantes de
grado y postgrado de arqueología procedentes de Cataluña, Andalucía, Murcia,
Madrid, Baleares, La Rioja, valencia, Portugal e Italia, tendrán acceso a las
técnicas de excavación, aprendizaje y uso de instrumentos propios de la
excavación, lectura e interpretación, registro y documentación, entre muchas
otras actividades. Este año, las excavaciones estarán de nuevo dirigidas por
los profesores y arqueólogos Josep Maria Macias, Albert Ribera y Miquel
Roselló.
El curso pretende
acercar a los participantes a la metodología básica de excavación y análisis
arqueológico a través de un programa que, diariamente, combinará el trabajo de
campo en el yacimiento con el tratamiento de sus resultados, además de visitas
a yacimientos de los alrededores y diversas conferencias, abiertas a toda la
población.
En 2016 fueron retomadas
las excavaciones después de más de 35 años de la última intervención. Durante
este tiempo, lo más destacado de la excavación arqueológica han sido dos nuevas
torres de la muralla (sector suroeste) y las escaleras de acceso a la
plataforma superior de la muralla, permitiendo analizar materiales y técnicas
constructivas. En una primera fase se realizó la fotogrametría de los tramos
excavados y se actualizó la topografía general del yacimiento. Paralelamente se documentó, en la parte más
elevada del recinto, muros y pavimentos de mortero de lo que parece ser un área
productiva, muy probablemente relacionada con la elaboración de vino. También
se han recuperado abundantes y variados materiales arqueológicos,
principalmente cerámicas, producciones locales y regionales de cerámica común y
de cocina.
Pero sin duda, uno de
los hallazgos más importantes fueron las dos monedas de oro y otras 125 de
bronce que se remontan a la época visigoda y anteriores, encontradas el pasado
verano.. El descubrimiento ha permitido conocer mejor este poblado único en
tierras valencianas fundado en el año 550 por el rey Leovigildo cuyas primeras
hipótesis apuntan a la existencia de una ciudad y se espera encontrar a medio
plazo edificios públicos como una basílica. Las monedas halladas en València la
Vella pertenecen a diversas épocas históricas como la ibérica (siglo II a.d.),
la imperial (entre el año 0 y el año 37), el siglo IV, otra emisión de monedas
diminutas de la época bárbara (siglo V y VI), además de otras bizantinas
acuñadas por Justiniano.
Hasta el momento se han
ejecutado un total de cuatro sondeos estratigráficos consistentes en
prospecciones arqueológicas sobre una extensión total de 4'8 hectáreas del
total del que está formado el poblado visigodo de València la Vella y está
previsto que en futuras ediciones se puedan continuar con las investigaciones
sobre este enclave que hasta el momento ha permitido documentar que se
construiría entre los años 550 y 700, con un carácter militar, basado en el
centro fortificado que se construyó originariamente, con las facetas defensiva
y expansiva.
En esta edición, al
igual que en ediciones pasadas, los trabajos se llevarán a cabo en València La
Vella, especialmente en cuatro zonas, una de éstas es la Acrópolis. Un
yacimiento de época visigoda del municipio de Riba-roja, situado en lo alto de
una colina sobre el río Túria, a unos 2 km del palacio de Pla de Nadal y dentro
del Parque Natural del río Túria. Un lugar casi inédito y fundamental para
comprender la transformación del territorio de Valencia entre el periodo
visigodo y musulmán.
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