Alto Turia... vuelta al pueblo por Semana Santa

+ TURIA | Las Aleluyas de Chelva o las Cortesías de Titaguas son muy demandadas y seguidas por los vecinos y visitantes
Con los días de asueto y la costumbre de salir a la montaña por Semana Santa, los pueblos del Alto Turia y el Rincón de Ademuz se prepararan para rozar el casi lleno en los alojamientos rurales, mientras que la restauración y comercios se proveen estos días para ofrecer el mejor servicio en los días de Pascua.
Las localidades se encuentran con la realidad de vivir de los fines de semana y de las vacaciones, dado el envejecimiento y la despoblación que sufren. “El verano ya no es lo que era”, comenta algún emprendedor que se queja que ahora a penas dura un mes, pero que no deja de reconocer que los días de Pascua son los mejores del año para las ventas.
Y es que en estos días son muchos los que vuelven a los pueblos de los padres y abuelos, donde aún tienen casa, o bien se hace turismo, buscando naturaleza, paisaje y vida rural (calma, tranquilidad, sonidos diferentes a los de la ciudad). Mientras, los grupos de festeros lo saben y así se programan verbenas o actividades con las que sacar algún dinero para poder financiar las fiestas de verano. Sin olvidar que son municipios donde permanecen vivas muchas tradiciones y en estos días, en casi todos los pueblos hay una procesión singular o un evento tradicional.
En el marco de las fiestas más mundanas, en Losilla de Aras, aldea de Aras de los Olmos, Titaguas o Alpuente, se organizan verbenas. En cuanto a tradiciones y liturgias destacan Las Aleluyas de Chelva el día de Pascua, durante la que se lanzan miles de papelitos rectangulares de colores en los que figura la palabra “Aleluya” y que son recogidos por los vecinos que acuden a primera hora a la Plaza, para ponerlas en forma de cruz, detrás de la puerta de la entrada de manera que se protege la vivienda, durante todo un año (hasta el día de Pascua del año siguiente) de las tormentas, de los malos espíritus y de “todo lo malo”. La casa queda protegida por las Aleluyas que han sido bendecidas en Jueves Santo y que están desde ese día en el Altar Mayor de la Iglesia.


El mismo día, el domingo de Pascua se suceden las procesiones del encuentro en muchos pueblos como Tuéjar o Aras de los Olmos, pero es en Las Cortesías de Titaguas y en Castielfabib, ya en el Rincón de Ademuz, donde se mantiene la tradición de forma muy arraigada. Son parecidas, pero mientras en Titaguas son los quintos los que van a por pinos y decoran la Plaza, en Castielfabib es todo el pueblo el que se moviliza para encontrar el chopo más alto y colocarlo en la Plaza. El día de Pascua, en ambos pueblos se celebran Las Cortesías y si algún atrevido se anima, en Castielfabib se voltea de una manera singular: en lugar de empujar la campana, los volteadores se agarran a ella y voltean junto a ella desde lo alto de la Torre-Fortaleza de iglesia de la localidad. El volteo humano es una tradición que va perdiendo fuerza, pero que se mantiene en ocasiones y que desde Castielfabib están trabajando desde hace años por mantenerlo como seña de identidad.
En la línea de las tradiciones, sigue habiendo chelvanos que preparan la mona salada y se la van a comer al monte, pero es en Titaguas donde la mona es un referente, primero porque se hace para la  ‘Pascua de San Vicente’ (a pesar que en la localidad no es festivo el día de San Vicente Ferrer) y después porque se llegan a hacer más de tres mil monas, cuando en la localidad no se llega a los quinientos habitantes.
Solo falta que el bueno tiempo acompañe los días de Semana Santa para llevar de vida a los pueblos de interior.

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