El CAAT conmemora el 20 aniversario de su puesta en marcha

+  TURIA | El 9 de octubre de 1996 se colocó la primera piedra de lo que hoy es uno de los principales centros astronómicos privados de Europa

Estos días se cumplen dos décadas desde que la Asociación Valenciana de Astronomía-AVA pusiera la primera piedra de lo que hoy día es el Centro Astronómico del Alto Turia.

El 9 de octubre de 1996 se colocó sobre la cima de la Muela de Santa Catalina, en Aras de los Olmos, la estructura que había de soportar al astrógrafo, el primer telescopio que se instalaría en el CAAT.  Un hito en la historia de esta agrupación científica que han querido recordar como punto inicial de un gran proyecto para echar un vistazo al Universo desde nuestra Comunitat.

"La obra había comenzado unos días antes", explican desde AVA, "abriendo las zanjas para los cimientos del edificio Álvaro López, que albergaría al astrógrafo de doble objetivo, de 30 y 20 centímetros respectivamente. El que sería el primer telescopio del CAAT. Todo el edificio está orientado en sentido norte sur, con la cúpula en el lado sur del edificio"

La base del telescopio es un paralelepípedo de hormigón de 2,5 metros de alto por 1,2 metros de largo y 1 metro de ancho, que se hunde 1,5 metros en el suelo. Aproximadamente 3 metros cúbicos de hormigón con un peso próximo a los 8.000 kilogramos.

"El gran tamaño de este bloque se justifica por el peso del telescopio que habría de soportar, el astrógrafo pesaba sobre 1.700 kilogramos, y la teoría dice que la base debe pesar entre el doble y el triple que el telescopio que sustenta. Además el pilar del telescopio es independiente de la estructura del edificio, para que las vibraciones que se produzcan en este al caminar los usuarios no se trasladen al telescopio"

"La orientación del pilar debe ser bastante exacta, ya que el telescopio tenía un pequeño margen de ajuste. Había que orientar con la mejor precisión la estructura metálica que soportaría al telescopio, y que iba a quedar embebida en el hormigón del pilar. La estructura está compuesta de un entramado de varillas de acero para construcción, coronada por una plataforma de ángulos de acero y tornillos sobre los que se sustentaría la base del telescopio"

"Con el fin de establecer con buena precisión el norte geográfico, nos habíamos desplazado una noche anterior para fijar la posición de dicho punto sobre el terreno, en base a la observación de la polar."

El objetivo para ese día era situar la estructura orientada a la posición norte que se había determinado con anterioridad, nivelarla y fijarla con el hormigón al terreno.

"Participaron Ángel Flores, Juan Conejero y Domingo Catalán. Además, nuestro agradecimiento muy especial a Antonio Soriano, vecino de Aras de los Olmos, constructor del los dos edificios del CAAT, y que en todo momento estuvo comprometido en la construcción del observatorio"

Desde entonces, y con inversión y trabajo y sobre todo pasión por la astronomía, el AVA ha continuado afianzado su ventana al Universo en la Muela de Santa Catalina, convirtiéndose en uno de los centros privados de referencia en esta disciplina a nivel nacional e internacional.