En busca de la catedral de los mil años…
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TURIA | El Parque Natural de La Puebla de San Miguel
organiza una marcha para conocer la 'Sabina de Benjamín', árbol milenario y
emblema de la región
El
Parque Natural de la Puebla de San Miguel, en el Rincón de Ademuz, es el
espacio natural protegido con mayor número de árboles monumentales de la Comunitat
Valenciana. En total hay inventariadas más de dos centenares de sabinas
monumentales, una de las especies más longevas de la Naturaleza y que el parque
valenciano algunos ejemplares superan los 1.000 años de edad.
Para
descubrir los mágicos ejemplares, que están dentro del catálogo de árboles
monumentales y singulares de la Comunidad la dirección del Parque Natural ha
organizado una serie de rutas guiadas que
llevarán a conocer a los ancianos del Parque Natural de la Puebla. La primera de las citas tendrá lugar este
domingo 20 de septiembre para visitar la Sabina de Benjamín, famosa por un
premio que obtuvo en los años 90.
Catedrales
vivas de la comarca
Los
sabinares albares son bosques abiertos de montaña que ocupan hábitats
continentales secos con clima extremo y con suelos pobres y pedregosos. En la
Comunitat Valenciana su presencia queda limitada a la alta Serranía del Túria,
al Rincón de Ademúz, la Sierra del Toro y a la zona dels Ports-Maestrat. El
conjunto de sabinas monumentales, casi milenarias, del Parque Natural de La
Puebla de San Miguel, constituye una de las muestra más sobresalientes de esta
antigua especie de conífera mediterránea.
Miembros
del Centro de Investigación y Experimentación Forestal y la brigada de
mantenimiento del Parque Natural de La Puebla de San Miguel realizaron a
finales de 2011 trabajos de restauración para la conservación de la Sabina de
Benjamín, una milenaria sabina albar, dentro del programa de recuperación de
ejemplares de árboles monumentales en los espacios protegidos de la Comunitat
Valenciana.
En
aquellos momentos el ejemplar presentaba los brazos inferiores tronchados y
multitud de ramas secas debido a los daños sufridos por la acumulación de nieve
y el efecto del viento y las heladas. El peso de las ramas desgajadas suponía
un riesgo importante para la estabilidad e integridad de la estructura general
del árbol.
Asimismo,
la brigada del Parque Natural, llevó a cabo una obra de restauración del
entorno de la sabina de Benjamín, mediante muretes de piedra seca para evitar
la erosión del suelo y proteger el sistema radicular de las avenidas del
Barranco de las Salinas, que discurre bajo la propia copa del árbol.
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