El turrón, en el punto de mira de la guerra comercial: los aranceles de Trump amenazan su precio y producción
El sector podría pagar doble peaje si la Unión Europea responde con medidas similares, lo que encarecería tanto la exportación del producto como la importación de la almendra californiana
El turrón, uno de los productos más emblemáticos del sector agroalimentario valenciano, se enfrenta a un doble impacto derivado de la actual guerra comercial iniciada por Estados Unidos. Los fabricantes tendrán que asumir los nuevos aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump para exportar a territorio estadounidense, y a ello podría sumarse una respuesta de la Unión Europea que grave con impuestos los productos agrícolas importados, como la almendra procedente de California, principal materia prima del turrón.
Esto supondría un encarecimiento significativo del
producto, tanto en su elaboración como en su venta final, lo que podría
afectar gravemente a las exportaciones y al consumo interno, especialmente de
cara a las campañas navideñas.
Dependencia de la almendra estadounidense
Según la Cámara de Comercio de Alicante, Estados
Unidos produce en torno a 2.350.000 toneladas de almendra al año, frente a
las escasas 200.000 toneladas que se cosechan en España. Esta diferencia
ha obligado históricamente al sector del turrón a depender de la almendra
californiana para poder cubrir la demanda y garantizar la producción.
Pasqual Sanchis, director general de Jijona SA,
ha señalado en declaraciones a À Punt que el mercado norteamericano
representa un 20% de las exportaciones del sector, por lo que la imposición
de aranceles supone un serio revés para la competitividad internacional del
turrón:
"El mercado estadounidense es fundamental para
nosotros, y este escenario complica mucho las cosas."
Una industria clave para la economía y el empleo local
El sector del turrón facturó 70 millones de euros
en 2024, cifra que asciende a 400 millones si se tiene en cuenta todo el
conjunto de productos dulces derivados. Además, genera actualmente 1.500
empleos directos, muchos de ellos en zonas rurales y de interior como
Jijona y alrededores, que podrían verse afectados si se frena la producción o
disminuyen las exportaciones.
Con el futuro comercial pendiente de las decisiones
que se tomen en ambos lados del Atlántico, el sector del turrón mira con
preocupación la evolución de la política comercial de Trump, que podría
poner en riesgo la viabilidad de una tradición centenaria y un motor económico
fundamental para la provincia de Alicante.
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