Proponen levantar una estatua a Carlos Mazón en los presupuestos participativos de Valencia
Una iniciativa ciudadana en clave irónica logra colarse en el proceso oficial para 2025 y 2026 con una propuesta que recuerda la gestión del president durante la dana del pasado octubre
Una propuesta
presentada en el distrito de Ciutat Vella plantea erigir una estatua al
president de la Generalitat, Carlos Mazón, por su actuación durante el episodio
de gota fría que afectó a la Comunitat Valenciana el 29 de octubre de 2024. Lo
que comenzó como una idea irónica ha conseguido superar la primera fase de los
presupuestos participativos del Ayuntamiento de Valencia tras recabar el mínimo
de 100 apoyos y seguirá su curso administrativo.
Una estatua en
el corazón de Valencia
La propuesta, incluida
junto a otras iniciativas vecinales como la mejora de la accesibilidad, la
iluminación de monumentos o la recuperación de calles degradadas, defiende la
instalación de la escultura en Ciutat Vella, “por su cercanía al Palau de la
Generalitat”. En el boceto que acompaña la iniciativa, se puede ver una estatua
en tono barro con la leyenda: “Carlos Mazón. Estuve comunicado en todo
momento”.
En el texto
explicativo, se justifica la iniciativa como un acto de memoria: “La ciudad de
Valencia necesita una estatua para inmortalizar a esta persona y que no caiga
en el olvido ni su abandono del puesto de trabajo ni sus mentiras a todos los
valencianos”, puede leerse. La propuesta recuerda que durante la alerta roja
del 29 de octubre, el president Mazón “prefirió irse de larga comida con una
periodista para supuestamente ofrecerle À Punt”, y que durante horas “no le
cogió el teléfono a su consellera de Emergencias”. Además, denuncia
contradicciones en sus declaraciones posteriores sobre su incorporación al
Cecopi.
Calendario y
procedimiento
La propuesta no podrá
ser eliminada y pasará a la siguiente fase del proceso participativo. Entre el
1 y el 22 de junio podrá seguir recabando apoyos ciudadanos, y a partir del 23
de junio será evaluada para comprobar si se ajusta al presupuesto del distrito,
que en el caso de Ciutat Vella es de 395.154 euros. La novedad introducida por
el gobierno municipal de María José Catalá este año permite que los ciudadanos
también puedan votar en contra durante la fase final de votación, que se
celebrará entre el 15 de septiembre y el 14 de octubre.
Reacciones
políticas
Desde el PSOE, la
propuesta ha sido interpretada como una forma de rebelión ciudadana ante unos
presupuestos participativos que, según denuncian, “promueven el rechazo y
marginan a algunos barrios”. El portavoz socialista en el Ayuntamiento, Borja
Sanjuan, ha asegurado que su partido no está detrás de la iniciativa, pero ha
respaldado su trasfondo crítico. “La actitud de Catalá ya no es solo motivo de
mofa, sino de vergüenza. Valencia merece más que una alcaldesa que se dedica a
protegerse a ella misma y a Carlos Mazón, en lugar de responder a los vecinos
que, seis meses después, siguen preguntándose qué hizo su Ayuntamiento”, ha
declarado.
La ironía como
herramienta de participación
Los presupuestos
participativos de Valencia, dotados con 16 millones de euros para los años 2025
y 2026, vuelven a convertirse así en un espacio donde la ciudadanía no solo
propone mejoras urbanas, sino también formas creativas —y en ocasiones
irónicas— de expresar su disconformidad política.
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