Tuéjar avanza en un proyecto piloto para la gestión sostenible de los purines

 + TURIA | Ayuntamiento, Generalitat y sector ganadero y empresarial retoman una propuesta pionera que podría poner al municipio a la vanguardia del sector

Balsa para purines construida en Lleida

El problema de la gestión de purines es, a día de hoy, uno de los grandes caballos de batalla tanto para ganaderos como para las instituciones públicas, municipales y medioambientales, que trabajan para reducir el impacto de esta práctica inherente al sector primario.

La pandemia paralizó las negociaciones con la administración autonómica con la que el Ayuntamiento de Tuéjar y el sector porcino de la localidad vienen trabajando desde finales del año pasado para intentar dar una solución integral a esta problemática.

En este marco de actuación, una delegación tuejana, compuesta por Carlos Tarazón, teniente alcalde del Ayuntamiento de Tuéjar, y Alejandro Bermejo, como empresario del sector, han vuelto a citarse en la mañana de este martes con la Dirección General de Medio Natural para tratar de sentar las bases de un proyecto piloto de gestión de purines que situaría al municipio serrano a la vanguardia del sector.

El nuevo Director General de Medio Natural, el biólogo Benjamín Pérez, que sustituyó en junio al dimitido Fran Quesada, ha retomado los encuentros de trabajo que, junto a la empresa valenciana Espazyme, pretenden poner en marcha este proyecto pionero.

Se trataría, tal como explica el edil tuejano, Carlos Tarazón, de reducir el impacto de la carga química de los purines mediante unas bacterias en una balsa de decantación que se ubicaría en una granja del término municipal.

Espazyme, dedicada entre otros trabajos a la gestión de residuos con alto nivel orgánico y químico, trabaja ya en proyectos similares a nivel nacional e internacional, con pruebas similares desde el punto de vista biológico en Murcia e incluso para la Universidad de York.

Medio Natural trabaja por su parte para implicar a nivel técnico y financiero a otras administraciones para poner en marcha "cuanto antes" la prueba piloto en Tuéjar que sería, no solo un avance para el propio municipio, sino para todos los pueblos que a día de hoy sufren esta problemática.

"El problema de los purines tiene tres vertientes, económica, medioambiental y social", subraya Carlos Tarazón. "Nuestra economía local depende en buena medida del sector ganadero que está asumiendo el coste cada vez más elevado de la gestión de estos residuos. Las normativas europeas son cada vez más estrictas y los ganaderos tienen verdaderos problemas para deshacerse de estos residuos, viéndose obligados a irse cada vez más lejos para hacerlo, lo que implica más gasto todavía. La tierra, además, tiene un límite de capacidad de carga, lo que supone un problema medioambiental. Y por supuesto, el problema derivado de todo ello, el de los olores desagradables que a veces provocan los purines en la población".

"Encontrar una solución que dé respuesta a las tres vertientes del problema sería para nosotros un gran alivio y una mejora en la calidad de vida de todos los tuejanos".

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