El campo valenciano vive una “emergencia agraria” ante la crisis sin precedentes de 2019
+ TURIA | AVA-ASAJA exige “un planteamiento nuevo
de negociación con el sector para dotar con suficientes fondos las iniciativas
que el campo necesita”
“La situación que
atraviesan la inmensa mayoría de los agricultores y ganaderos valencianos es de
auténtica emergencia agraria. El sector viene arrastrando una crisis de
rentabilidad desde hace varios ejercicios pero en 2019 se ha visto recrudecida
a niveles sin precedentes al coincidir las peores campañas históricas de los
cítricos (campaña 2018/19), de la fruta de hueso, del aceite, del caqui y de la
miel.” El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA),
Cristóbal Aguado, efectuó estas valoraciones durante el balance agrario
ofrecido hoy a los periodistas.
Aguado exigió al
gobierno valenciano del Botànic “pisar más la tierra y menos soñar, menos
pensamientos idílicos y más proximidad". Lamentó que la pasada fuera “una
legislatura perdida" en la que se aprobaron la Ley de l'Horta y la de
Estructuras agrarias pero, por falta de presupuesto, “acabarán en papel
mojado”. La Comunitat Valenciana es "líder" en el abandono de campos,
en baja renta agraria, en baja inversión de la Confederación Hidrográfica del
Júcar, en la más baja compensación de la Política Agraria Común (PAC), y en el
bajo presupuesto de la Generalitat. Por ello, el presidente de AVA-ASAJA
solicitó “un planteamiento nuevo de negociación con el sector para dotar con
suficientes fondos las iniciativas que el campo necesita. O consenso o muerte”.
Durante el balance
también se hizo hincapié en la necesidad de que tanto la Generalitat Valenciana
como el gobierno central se planten en la Unión Europea para “defender los
intereses de la agricultura mediterránea, que pinta muy poco en Europa”. Aguado
reiteró su exigencia de pedir “reciprocidad” a las importaciones
agroalimentarias de terceros países y subrayó que “nos han estafado con el veto
ruso, ya que han incumplido las promesas de compensar con nuevos mercados una
pérdida tan importante como es Rusia”.
La elevada
siniestralidad registrada en el campo valenciano con pérdidas totales de 350
millones de euros –debido a los temporales de helada, granizo, viento y la gota
fría de septiembre–; la incertidumbre exterior generada por los aranceles de
Estados Unidos, el acuerdo con Mercosur o el Brexit; y la criminalización del
impacto ambiental del sector por parte de movimientos ecologistas, veganos y
animalistas han contribuido a agravar el curso agrario.
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