La DGT quiere reducir la velocidad en ciudades a 30 kms/h en toda España


+ TURIA | Una normativa de este tipo jamás se había aplicado a una nación al completo, sino a ciudades concretas
Peatonalizar las aceras, incluir todos los modos urbanos de transporte y garantizar la convivencia y seguridad de todos ellos. Estos son los objetivos detrás de las reformas que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto sobre la mesa: reducción de la velocidad a 30 km/h en ciudad y regulación de los llamados Vehículos de Movilidad Personal (VMP), enfocada a los patinetes eléctricos.

De entrar en vigor la nueva legislación (aún es provisional y no hay fecha marcada), España sería el primer “País 30”, tal y como se denominan a aquellos territorios en los que se ha establecido un límite de velocidad de 30 km/h. La diferencia en esta ocasión radica en que jamás se había aplicado a una nación al completo, sino a ciudades concretas. Igualmente, la limitación no será en la urbe al completo, sino en zonas concretas.
Cuando sea incorporado en Reglamento General de Circulación el límite de velocidad genérico, será aplicado tan solo en calles de carril único y de un carril por sentido. La reducción de velocidad se implantará en el 80% de las calles, aquellas que soportan el 20% del tráfico urbano. En aquellas zonas en las que exista más de un carril por sentido, dependerá del ayuntamiento pertinente limitar la velocidad a un máximo de 50 km/h.
¿Por qué a 30 km/h? La DGT no ha establecido el límite de velocidad a 30 km/h al azar. De acuerdo con un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2011 sobre atropellos y velocidad, el riesgo de fallecer como consecuencia de un impacto contra un vehículo se reduce, como mínimo, cinco veces si la velocidad del coche es de 30 km/h en lugar de 50 km/h. Por tanto, la medida propuesta puede asegurar la supervivencia en la mayoría de los casos.
Tráfico también menciona que el riesgo de resultar herido grave se reduce en un 3% y en un 4% el de sufrir un accidente con víctimas mortales, disminuye el ruido (según un informe del Instituto DKV, de un 33% –a 50 km/h– se pasaría a un 6%), los niveles de dióxido de nitrógeno, hay menos atascos, la circulación es más fluida y mejora la convivencia entre diferentes usuarios y fomenta el uso de modos más activos y saludables.
De todas formas, tampoco es algo que pille por sorpresa. Algunas ciudades españolas y europeas ya se han adelantado a la aplicación de la normativa y ya han impuesto el nuevo límite genérico de velocidad de 30 km/h. En total, en España hay 15 ciudades que ya adoptan la Zona 30, mientras que en Europa el número supera las 1.000, prácticamente todas ellas capitales:
        España: Oviedo, Bilbao, Pamplona, Burgos, Pontevedra, Soria, Zaragoza, Barcelona, Palma, Salamanca, Madrid, Cuenca, Valencia, Sevilla, Córdoba, Cádiz, Málaga, Murcia y Las Palmas.
        Europa: Dublín, Londres, París, Lyon, Roma, Milán, Bruselas, Viena, Berlín, Lodz, Copenhague, Estocolmo y Helsinki.
Respecto a los VMP, y especialmente a los patinetes eléctricos, no podrán circular por las aceras, ni por vías interurbanas, tendrán un límite de velocidad de 25 km/h y serán considerados vehículos. Como tales, sus conductores serán sancionados por consumo de alcohol y drogas o por llevar auriculares. Esta medida se aplicará a nivel genérico y nacional cuando sean aprobadas, no antes de las elecciones del 10 de noviembre.

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