Una enfermedad que pone al ‘molusco nacra’ al borde de la extinción
+ TURIA | Una ola de mortalidad masiva está
devastando las poblaciones de una de las especies emblemáticas y endémicas del
Mar Mediterráneo
Desde principios de
otoño de 2016, una ola de mortalidad masiva está devastando las poblaciones de
una de las especies emblemáticas y endémicas del Mar Mediterráneo, el molusco
nacra (Pinna nobilis), que puede crecer hasta alturas de más de un metro.
La
causa más probable que coloca a uno de los bivalvos más grandes del mundo al
borde de la extinción es un endoparásito recientemente descrito, el
Haplosporidium. Ahora, un estudio con investigadores del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) (España) ha rastreado la dispersión de la
enfermedad, reuniendo datos proporcionados por los ciudadanos en la web
Observadores del mar. Los resultados del estudio se publican en la revista
Scientific Reports.
“Todo parece indicar que
el parásito se distribuye siguiendo las corrientes superficiales y que su
virulencia parece estar relacionada con temperaturas superiores a 13.5ºC y con
un rango de salinidad entre 36.5-39.7 psu (unidades prácticas de salinidad)”,
explica Iris Hendriks, investigadora del CSIC en el Instituto Mediterráneo de
Estudios Avanzados (IMEDEA), que ha liderado el estudio. “Estos resultados
sugieren un desalentador escenario para la conservación de esta icónica
especie, puesto que como han aventurado los modelos de esta investigación, la
infección se ha extendido por todo el Mediterráneo”, añade la investigadora.
“Es crucial seguir recibiendo observaciones del progreso de la mortalidad en la
cuenca este, donde tenemos menos información”, añade.
“Solo las zonas en las
que las variables se mantienen lejos de las condiciones óptimas para despertar
la virulencia del parásito Haplosporidium (por ejemplo, la desembocadura del
Ebro o la laguna cerrada del Mar Menor) acogen individuos vivos, aunque no
estamos seguros si están libres de la enfermedad, que posiblemente no se
manifiesta por no encontrar condiciones ambientales idóneas”, indica Hendriks.
“Desde las primeras
noticias de esta catástrofe ecológica, la comunidad científica ha focalizado
todos sus esfuerzos en dilucidar y entender cómo actúa el parásito. Pero la
rápida y amplia extensión de la infección ha hecho fundamental la intervención
de los ciudadanos.”, explica Hendriks.
“Gracias a la
combinación de observaciones ciudadanas -en las que reportaban la infección del
bivalvo- con los monitoreos científicos se ha podido rastrear y comprender cómo
y en qué condiciones actúa este letal parásito. Estas observaciones
(viva/muerta) se han incluido en modelos de deriva para investigar su
distribución regional en la cuenca oeste mediterránea y cotejado con variables
ambientales para observar el potencial efecto del ambiente sobre la virulencia
del parásito”, concluye la investigadora. (Fuente: CSIC/DICYT)
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