La primavera se abre paso en el Alto Turia
+ TURIA | Almendros y
ciruelos en flor, el verde cereal y el aroma de los paisajes dan un color
especial a los paisajes de la comarca
Por mucho que las pruebas diarias demuestren los
efectos del cambio climático y que parezca que las estaciones quedan cada año
más difuminadas, en las zonas de montaña como el Alto Turia, la primavera está
asomando poco a poco.
No es cuestión de mirar el calendario y echar
cálculos, o dar cuenta de esta serie de veranillos y anticiclones que han
marcado el último invierno. Es cuestión de observación. De ver cómo los
almendros que hace veinte días simulaban esqueletos, cuyas extremidades habían
sido podadas, hoy despuntan con unas flores blancas y rosas que aportan un
aroma natural, intenso que lleva a pensar que se avecina un cambio de
tendencia. El cereal que parecía que no se iba a poder sembrar esta temporada,
empieza a reverdecer las llanuras, tiñendo de verde un suelo que contrasta con
el azul más puro.
Un azul limpio. Porque febrero, por estos pueblos,
suele ser ventoso… y no menos marzo… aunque eso el tiempo lo dirá. Los cerezos florecen más tarde, pero ya se
nota los cambios de vida en sus estructuras. Las plantas ornamentales y
aquellas de hoja caduca que se sitúan a la rivera del Turia, empiezan a dar
muestras de que el invierno se está acabando. Pero no solo hay un cambio de
estación en los ciclos agrarios, porque aquel que se acerque a estas tierras de
interior, podrá notar cómo alarga el día, disfrutar de un amanecer del color del cobre y un
atardecer único, con el sol entre las montañas a golpe de fucsia… o incluso
sentir las oscilaciones térmicas de hasta más de 20ºC entre el día con el sol
pegando fuerte y los 0ºC o incluso heladas de la madrugada. Esta gran
diferencia dicen que es uno de los ingredientes únicos con los que cuenta el
caldo de la uva Merseguera, variedad del Alto Turia y cuyas viñas ya aparecen
podadas y cuidadas, preparándose para el buen tiempo.
Lo que llega estos días ahora es un espectáculo de
la Naturaleza que está al alcance de todos. Quien quiera sentir el aroma del
almendro, intenso pero agradable, no tiene más que ir a un campo donde albea la
flor. El que quiera una vista panorámica, solo tiene que seguir las señales y
acceder a un mirador, desde donde contemplar en la llanura los campos de cereal,
las terrazas de campos de cultivo cambiando de color o la puesta del sol, en el
Oeste.
Hay muchas razones para acercarse al Alto Turia,
pero es ahora, a punto de entrar la primavera, cuando la visita es única,
porque la naturaleza, en primavera, ofrece su vestido más elegante.
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