Proponen un fondo de 40 millones para garantizar la viabilidad de las farmacias rurales

Más de 2.000 boticas ubicadas en municipios con menos de mil habitantes se enfrentan a una situación económica insostenible, según el presidente de la entidad

El presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR), Jaime Espolita, ha reiterado la necesidad urgente de establecer un fondo de compensación de 40 millones de euros para garantizar la sostenibilidad económica de las farmacias rurales en España, especialmente en municipios con menos de 1.000 habitantes. Esta propuesta se ha puesto de nuevo sobre la mesa durante la celebración del Primer Congreso Nacional de Farmacia Rural, que tiene lugar este fin de semana en el Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA).

Bajo el lema Farmacia Rural: es pueblo, es vida, el encuentro ha sido organizado por la Asociación de Farmacéuticos Rurales de la Provincia de Alicante (AFARPA) y SEFAR con el objetivo de analizar la situación de las más de 4.400 farmacias rurales existentes en el país, así como los desafíos que enfrentan ante la despoblación, la falta de relevo generacional y un sistema retributivo que, denuncian, no se ajusta a la realidad del medio rural.

Un modelo retributivo que no funciona para el mundo rural

Espolita ha denunciado que el actual sistema retributivo “únicamente tiene en cuenta el número de pacientes y envases dispensados”, lo que penaliza especialmente a aquellas farmacias situadas en municipios con escasa población. “Es prácticamente insostenible desde un punto de vista económico”, ha advertido, recordando que desde 2012 han cerrado más de 300 farmacias, casi todas en pequeñas localidades.

La entidad propone una reforma del modelo de retribución que también valore otros servicios esenciales que presta la farmacia comunitaria, como las guardias, el control de botiquines, la atención domiciliaria o el seguimiento de la adherencia al tratamiento. Esta fórmula, ya aplicada en países como Inglaterra, Suecia o Italia, permitiría garantizar que las farmacias rurales puedan seguir cumpliendo su papel como servicio público esencial.

Condiciones laborales muy duras y falta de relevo generacional

A la falta de rentabilidad se suma la difícil conciliación de la vida personal, debido a que muchos titulares no pueden contratar personal ni permitirse vacaciones, cubren hasta seis meses de guardia al año y no pueden ausentarse por enfermedad o maternidad. Esta precariedad, advierte Espolita, dificulta que haya profesionales dispuestos a asumir una farmacia rural.

“El 70 % de las farmacias rurales tiene titularidad femenina y muchas de estas profesionales no pueden coger una baja maternal por falta de sustitución o viabilidad económica”, ha señalado. Por ello, además del fondo de compensación, SEFAR reclama incentivos reales para facilitar el relevo generacional, elemento clave para asegurar la continuidad del servicio en pueblos donde la farmacia es muchas veces el único punto sanitario disponible.

Reforzar la farmacia rural para sostener el medio rural

El congreso de Alicante también aborda temas como la nueva legislación sobre medicamentos de uso animal, la incorporación de tecnologías innovadoras como la inteligencia artificial, y la dermofarmacia, entre otras cuestiones. Sin embargo, el eje central sigue siendo el reconocimiento del papel de la farmacia rural en el sostenimiento del medio rural.

“La farmacia rural es una pieza fundamental del sistema sanitario, especialmente en zonas donde no hay médico o el transporte es limitado”, ha afirmado Espolita, quien concluye que mantener abiertas estas farmacias no es solo una cuestión económica, sino de equidad y cohesión territorial.

 

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