Las lluvias de marzo reviven el cereal en el interior valenciano
El aporte de humedad ha permitido un rápido crecimiento de los sembrados y los agricultores ven con optimismo la campaña
Las intensas lluvias
registradas durante el mes de marzo en las comarcas del interior de la
provincia de Valencia, y que están teniendo continuidad en los primeros días de
abril, han supuesto un auténtico salvavidas para el cultivo del cereal en la
zona. Según informan agricultores de la región, el agua caída ha aportado a la
tierra la humedad necesaria para que los sembrados experimenten un rápido y
vigoroso crecimiento.
Después de tres
campañas consecutivas marcadas por la sequía y las cosechas desastrosas, el
panorama en 2025 es radicalmente distinto. Agricultores cerealistas
aseguran que, si las lluvias se mantienen de forma moderada durante el resto de
la primavera, se podrían alcanzar excelentes rendimientos tanto en trigo
como en cebada, dos de los cultivos más importantes del secano interior
valenciano.
Confianza en una buena
campaña
La situación ha
cambiado tanto que muchos agricultores ya se atreven a hablar de una de las
mejores campañas de los últimos años, si el clima acompaña mínimamente en
las próximas semanas. Las siembras, que en muchos casos llegaron a realizarse
con incertidumbre por la escasez de agua previa, ahora muestran un verde
intenso y un desarrollo que no se veía desde hace tiempo.
El campo respira
aliviado, aunque con cautela. Tras años de pérdidas y un escenario climático
cada vez más incierto, la lluvia de este marzo ha devuelto la esperanza y el
ánimo a quienes dependen del cielo para sacar adelante sus cosechas.
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