Casi la mitad de los diques de barrancos afectados por la dana están dañados
La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio ha verificado el estado de los diques en los barrancos de cabecera afectados por las inundaciones del pasado 29 de octubre en la provincia de Valencia utilizando tecnología de drones.
Esta innovadora estrategia permitirá evaluar y
cuantificar los daños de manera eficiente de cara a las reparaciones que se tienen
que llevar a cabo. La información recopilada hasta ahora indica que entre el 40
y el 45 por ciento de estas infraestructuras presenta "daños
significativos".
El titular de este departamento, Vicente Martínez
Mus, ha asistido este viernes en Buñol a la demostración de uno de estos vuelos
de drones, que se ha proyectado en un monitor con vídeos y fotografías de
algunos de los diques afectados que ya han sido revisados, según ha informado
la Generalitat.
Los datos obtenidos permitirán al Consell acometer los
trabajos de restauración hidrológica forestal en los barrancos de cabecera al
ser competencia autonómica, y al Gobierno, que colabora en el proyecto,
realizar sus propias actuaciones.
Martínez Mus ha explicado que, debido a que la
inspección terrestre fue "descartada" a causa de los daños en las
pistas forestales y la pérdida de numerosos puentes durante las riadas,
"el uso de medios aéreos se ha vuelto imprescindible para llevar a cabo
estar tarea de evaluación".
El método elegido para esta inspección es el vuelo
de RPAS (Remotely Piloted Aircraft System), que consiste en el uso de aeronaves
no tripuladas y operadas por control remoto.
Gracias a esta tecnología, "se podrán obtener
las coordenadas de los 127 diques ubicados en las cabeceras de los barrancos
más afectados por las intensas precipitaciones y determinar las actuaciones
necesarias y las zonas específicas que requieren atención", ha precisado
el conseller. Los diques en revisión se encuentran, principalmente, en las
comarcas de Los Serranos, La Plana de Requena, Hoya de Buñol, Camp del Turia y
Ribera Alta.
"Este método es crucial para acelerar un
trabajo que, de realizarse por vías terrestres, podría extenderse en el tiempo
y dificultar la finalización de las obras, así como la recuperación de
infraestructuras que son esenciales para garantizar la seguridad ante futuras
precipitaciones", ha subrayado el titular de Medio Ambiente.
Hasta el momento, la información recopilada indica
que entre el 40 y el 45 % de los diques presentan daños significativos. Además,
se ha observado que los diques construidos con gaviones, ubicados en zonas más
bajas y arenosas, han sufrido un deterioro mayor en comparación con aquellos
construidos con mampostería en las partes altas de los barrancos.
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