La fuerza del pueblo está en su gente

 

La imagen de esta bandera empapada y cubierta de barro es un símbolo del dolor y la devastación que la DANA ha dejado en muchas de nuestras calles y hogares. Cada rincón inundado, cada pared marcada por el lodo, cuenta la historia de aquellos que han sufrido la pérdida de sus bienes, de su tranquilidad e incluso de sus seres queridos. Las huellas de la tragedia son profundas y visibles, pero también son testimonio de la valentía y la solidaridad que han emergido en estos días oscuros.

En medio de la catástrofe, cientos de voluntarios, miembros de la UME, fuerzas y cuperos de seguridad, bomberos y vecinos se han unido sin dudarlo, trabajando codo a codo con un solo objetivo: ayudar a sus comunidades, a sus vecinos, a sus amigos y a desconocidos. Con palas en mano, alimentos, agua y abrazos de consuelo, han demostrado que la fuerza de un pueblo está en su gente. No están solos; la ayuda y el apoyo llegan desde todos los rincones, porque en cada gesto solidario se teje una red de esperanza y de reconstrucción.

A pesar del dolor, esta imagen representa también la fortaleza. Esta bandera ondeará limpia y fuerte otra vez, como un símbolo de la capacidad de nuestra gente para levantarse, para reconstruir y para mirar al futuro con esperanza.

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