El impacto del Mediterráneo Caliente en las inundaciones de Valencia

 

La NASA ha llevado a cabo un análisis detallado sobre las causas detrás de las lluvias catastróficas que afectaron a Valencia el pasado 29 de octubre. Según el estudio, las inundaciones fueron el resultado de intensas precipitaciones causadas por un sistema de bajas presiones en niveles superiores, conocido como DANA, que se estancó sobre el sur de España.

Este fenómeno estuvo acompañado por un chorro de viento del este de bajo nivel sobre el mar Mediterráneo y el centro-este de la península ibérica. La agencia espacial estadounidense ha confirmado que las temperaturas de la superficie del mar en gran parte del Mediterráneo occidental fueron superiores a la media para esta época del año. Este factor, combinado con el fuerte chorro de viento del este, proporcionó una fuente de humedad para las precipitaciones torrenciales.

El análisis fue realizado en colaboración con Francisco Javier Tapiador, catedrático de Física de la Tierra en la Universidad de Castilla-La Mancha y especialista en Meteorología. Tapiador es miembro del equipo científico internacional del GPM (Mediciones de Precipitación Global) de la NASA desde hace más de una década.

Las lluvias continuaron mientras la DANA permanecía estacionada sobre la región. Estos sistemas, conocidos como depresiones aisladas, se desarrollan cuando los frentes fríos se encuentran con masas de aire cálido y húmedo, quedando aislados de la corriente en chorro. En los días posteriores a las riadas en Valencia, la lluvia continuó cayendo en las regiones costeras del este de España, así como en el sudoeste del país, causando aún más inundaciones.

Las mediciones terrestres realizadas por la Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET) indicaron que, solo el 29 de octubre, los totales de las precipitaciones superaron los 300 milímetros de lluvia en algunas zonas de la provincia de Valencia. Poco después, el 1 de noviembre, la provincia de Huelva también registró lluvias torrenciales: en la ciudad de Cartaya cayeron 134 milímetros en 12 horas.

AEMET emitió avisos y reportó fuertes tormentas a lo largo de la costa mediterránea los días 2 y 3 de noviembre. Unas horas después, las fuertes precipitaciones migraron hacia el norte, con 150 milímetros de lluvia registrados en Barcelona a mediodía del 4 de noviembre. El aeropuerto de Barcelona canceló y desvió vuelos ese día debido a las inundaciones, y también se suspendieron los servicios de trenes y las clases escolares.

Según explica la NASA, los sistemas meteorológicos de baja presión son típicos del Levante español, especialmente en otoño, porque las intrusiones de aire frío del Ártico se encuentran con el calor superficial que queda del verano mediterráneo. En septiembre de 2023, sistemas de tormentas del mismo tipo inundaron España y Grecia.

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