La Conselleria de Agricultura cuantifica las pérdidas por la sequía en casi 119 millones de euros
La Conselleria de Agricultura, en su tercer informe de situación sobre la sequía y su incidencia en las explotaciones agrarias, estima ya unos daños cercanos a los 119 millones de euros en las explotaciones agrarias de la Comunitat Valenciana.
Aunque
las lluvias de junio fueron positivas para el campo, no lograron paliar el
efecto de meses de escasez de precipitaciones en las producciones. En algunas
zonas las lluvias torrenciales no consiguieron un aporte uniforme de humedad en
el suelo, produciéndose indeseados efectos de arrastre de suelos. Por lo que
los efectos de la sequía en los cultivos han confirmado las peores
expectativas, incrementándose ligeramente respecto a lo evaluado en el segundo
informe del mes anterior.
Los
cultivos leñosos son los que acumulan mayores pérdidas (el 91,7%) con 108,9
millones de euros, frente a los cerca de 9,9 millones de euros en los que se
han valorado las pérdidas de los cultivos herbáceos
La
provincia de Valencia registra las mayores pérdidas económicas, el 41,8% del
total, al valorarse éstas en 49,6 millones de euros, le sigue Alicante (32,3%)
con unos 38,4 millones de euros y, por último, Castellón (25,9% del total)
estimándose las pérdidas en 30,8 millones de euros. Los cultivos leñosos son
los que acumulan mayores pérdidas (el 91,7%) con 108,9 millones de euros,
frente a los cerca de 9,9 millones de euros en los que se han valorado las
pérdidas de los cultivos herbáceos.
Finalizando
el ejercicio agrario 2023-2024, las principales pérdidas en la Comunitat
Valenciana en cultivos herbáceos se concentran en la provincia de Valencia
(62,2% del total), seguida de Castellón (el 19,2%) y de Alicante (el 18,5%),
siendo los cereales el grupo más afectado y la cebada el cultivo más malogrado,
aunque también han resultado afectados los cultivos industriales (girasol y
especies aromáticas) y forrajeros (veza y alfalfa de secano principalmente).
Por
su parte, las pérdidas de la sequía en cultivos leñosos se sitúan en unos 108,9
millones de euros (un 39,9% en Valencia, un 33,5% en Alicante y el 26,5%
restante en Castellón) siendo los cultivos más afectados el olivar para aceite
(56,1 millones de euros), la uva de vinificación (18,7 millones de euros), el
almendro (15,0 millones de euros), y el cerezo (5,5 millones de euros). Estas
cuatro producciones acumulan el 87,6% de las pérdidas económicas estimadas.
Entre otros leñosos afectados hay que destacar las pérdidas en el albaricoque,
níspero, algarrobo e higuera, aunque también se han producido en otros frutales
y en trufa.
La
comarca con mayores pérdidas por la sequía es Utiel-Requena con 14,4 millones
de euros
Las
comarcas más afectadas por de sequía, en estos momentos, son la Utiel-Requena
con 14,4 millones de euros de pérdidas estimadas, lo que representa el 12,1%
del total de las pérdidas de la Comunitat Valenciana, cuyo cultivo mayormente
afectado ha sido el viñedo de vinificación; en segundo lugar está El Baix
Maestrat, con unas pérdidas estimadas de 13,5 millones de euros, que
representan el 11,3% del total de la Comunitat, siendo el cultivo del olivar el
principal afectado por la sequía; a continuación la Vall d’Albaida con unos 9,1
millones de euros de pérdidas que representa el 7,7%, l’Alt Vinalopó, con unos
9,0 millones de euros, el 7,6%; El Comtat con unos 8,5 millones de euros(7,1%),
la Marina Baixa con 6,3 millones de euros(5,3%), la Canal de Navarrés con 5,8
millones de euros(4,9), Los Serranos con unos 5,3 millones de euros(4,4%), La
Plana Alta y el Alto Palancia, con unos 5,1 millones de euros, (4,4%), la
Marina Alta con 4,7 millones de euros(3,9%), el Valle de Ayora con 4,5 millones
de euros(3,8%) y l’Alcoià (el 3,6% con 4,3 millones de euros). Estas comarcas
acumulan el 80,5% de las pérdidas económicas estimadas situándose el resto por
debajo de los cuatro millones de euros.
Por
otra parte, la Conselleria de Agricultura señala que el efecto económico de la
sequía será aún mayor en el campo valenciano si se tiene en cuenta el
incremento de costes en los cultivos de regadío, ya que las altas temperaturas
y falta de precipitaciones derivan en mayores dotaciones de riego en los
cultivos, lo que se traduce en un incremento de costes, así como menores
calibres de fruta, mayor incidencia de plagas y enfermedades, etc.
Por
último, la sequía también ha afectado a la ganadería, tanto a la cabaña
ganadera en general, donde la disminución de los pastos conlleva que los
ganaderos soporten mayores costes por suplementar alimentos al ganado, como al
sector apícola en particular al incidir en la floración de la vegetación, ya
que se incrementarán los relativos a alimentación en las colmenas estantes. Se
trata de costes todos ellos que se incrementan además, por la necesidad de
suplir con cubas de agua la falta de precipitaciones.
ESTADO DE LOS
CULTIVOS
Cereales grano
y forrajeras
Alicante:
en julio había concluido la siega de las parcelas en regadío, mientras que en
las de secano, el cultivo no se había desarrollado correctamente por la falta
de lluvias. En las principales zonas productoras la disminución de cosecha a
causa de la sequía se estimó en l’Alt Vinalopó el 80% y en el Comtat y l’Alcoià
en el 95%.
Castellón:
muchas parcelas no se llegaron a cosechar y se han destinado al aprovechamiento
a diente por el ganado. En algunas zonas cosechadas se veían escasas balas de
paja. En el mes de julio hay que señalar que la pérdida de cultivo estimada en
Els Ports oscilaba entre el 70% y el 85%, en función del tipo de cereal, en
l'Alcalatén se estimaba entre el 75% y el 80% y en l’Alt Maestrat era superior
situándose entre el 85% y el 100%. En el Baix Maestrat se consideró una bajada
del 85%. En el Alto Palancia se dio por perdida totalmente la cosecha.
En
cuanto a las forrajeras, debido a la sequía en muchos casos las siembras no se
llegaron a realizar, y en aquellos casos en que sí se sembró se observó un bajo
rebrote de la alfalfa con un crecimiento muy retrasado. Esta situación conlleva
que prácticamente no se van a poder realizar siegas.
Valencia:
en lo referente a los cereales, en la Plana de Utiel-Requena, en el Valle de
Ayora, en la Vall d'Albaida y en la Costera se dejó sin sembrar una parte de la
superficie. En aquellas parcelas que se llegaron a plantar sólo se han
cosechado algunas parcelas aisladas. La reducción de rendimientos a causa del
déficit hídrico oscila entre el 50% y el 100%, en función de zonas. Así, las
lluvias registradas en marzo que afectaron en mayor medida a la zona interior
de Valencia hicieron que los cultivos ubicados en esa parte del territorio
resultaran menos afectados que en el resto de las zonas, ya que tuvieron
reservas para desarrollarse los meses siguientes.
Por
su parte, las precipitaciones registradas durante el mes de junio propiciaron
la siembra de girasol en algunas zonas como la Vall d’Albaida y la Costera pero
la escasez de precipitaciones ha limitado su desarrollo vegetativo.
Frutales
Alicante:
en cuanto al cerezo, se apreció en julio una pérdida de cosecha en los secanos
de el Comtat y de l’Alcoià, que llegó al 90%. La Marina Alta mantiene su
estimación, lo que deja la producción tan solo a un 5% de su potencial.
Mientras que en l'Alt Vinalopó, donde los ciclos varietales son más tardíos y
el cultivo se encuentra mayoritariamente en regadío, las pérdidas hasta el
momento no han sido reseñables.
En
lo referente al cultivo de la higuera, se confirmó la reducción en la
producción de brevas en las dos principales comarcas productoras, con un 20% en
el Baix Segura y un 40% en el Baix Vinalopó.
Las
variedades de granado han acusado una ligera pérdida de producción (5%) en el
Baix Vinalopó (variedades Acco y Wonderfull).
En
relación con los nísperos, la pérdida de cosecha para esta campaña se confirman
en torno a un 30%.
Castellón:
la cosecha de cerezas en el Baix Maestrat, principal comarca productora, ha
tenido una reducción de cosecha que se estima en un 40%, en esa misma cuantía
se cifra la bajada de producción en l'Alcalatén. La escasez de horas frío del
otoño e invierno, junto con la baja pluviometría serían las responsables de
estos resultados.
Valencia:
con la campaña de recolección de albaricoques, nectarinas, melocotones y
paraguayos y ciruelas prácticamente finalizada se constató que los frutos
tuvieron menor tamaño que en una campaña normal debido a la falta de agua y
altas temperaturas. La bajada de rendimientos en las principales zonas
productoras se estima entre un 15% y un 30% en regadío y entre 80% y 95% en
secano.
Almendro
Alicante:
en el almendro de secano de l'Alt Vinalopó y l’Alcoià las pérdidas ocasionadas
por la sequía se estimaban en julio en el 50%. La estimación de pérdidas en el
secano de la Marina Baixa y en la Vega Baja asciende al 90% y al 60% en el
Vinalopó Mitjà. Por lo que respecta al almendro de regadío se estimó una
reducción de cosecha de un 40% en l'Alacantí.
Castellón:
en las zonas intermedias e interiores de la provincia, donde este tipo de
cultivo es predominante, la sequía se ha hecho patente en este cultivo. La
productividad del almendro está muy vinculada a su disponibilidad de agua. Las
lluvias del mes de junio no consiguieron mejorar suficientemente la situación
de los almendros, por lo que el crecimiento del fruto sigue siendo menor del
que debería. Se apreció falta de homogeneidad en la producción en el árbol y en
las parcelas. En el caso de los almendros de regadío, la situación era mejor,
aunque la cantidad de almendra en desarrollo y su tamaño era inferior a lo
normal.
La
merma de cosecha a causa de la sequía en julio oscila entre el 20% y el 100%
según zonas. Hay que señalar que la reducción es considerable en el secano del
Alto Palancia, Alt Maestrat y Baix Maestrat donde se sitúan en torno al 100%,
70% y 65%, respectivamente.
Valencia:
pese al buen cuajado, la falta de precipitaciones de los meses anteriores había
provocado una la caída de frutos o “porgà”. Las lluvias del mes de junio
favorecieron que esta caída de frutos se frenase. La estimación de pérdida de
cosecha por sequía oscila entre el 15% y el 100% según zonas.
Algarrobo
A
pesar de que el cultivo del algarrobo se caracteriza por su rusticidad y la
capacidad de su sistema radicular para extenderse hasta las capas profundas del
suelo y abastecerse de agua, la persistente sequía comenzó a afectar el
desarrollo del fruto. Las vainas de algarroba mostraron un desarrollo desigual
y se observó una mayor caída de éstas como consecuencia de la falta de agua.
Las
precipitaciones del mes de junio no mejoraron de forma significativa la
situación del cultivo cuyas pérdidas en algunas comarcas se estiman en el mes
de julio en el 75% en la Marina Alta, en el Baix Maestrat se estiman entre el
25% y el 100% según zonas, en l'Alcalatén en el 50% y en la Plana Baixa en el
30%. En Valencia las pérdidas en algunas comarcas llegan al 50% de la cosecha.
Viñedo
Alicante:
la estimación de pérdidas en el caso del viñedo de vinificación en secano, en
el Vinalopó Mitjà ascendió al 70%, en l'Alt Vinalopó al 45%, en la Marina Alta
al 80%, lo que tiene una alta repercusión en la producción dada la importancia
de las comarcas en este cultivo. En cuanto a la uva de vinificación de regadío,
en la Marina Alta la expectativa de reducción de cosecha se sitúa en un 10%.
Castellón:
en las zonas más interiores y altas de la provincia la vid presentaba en julio
un desarrollo muy irregular. En algunas variedades se observaban graves
deficiencias de desarrollo, sin frutos e incluso algunas cepas muertas por la
sequía. Sin embargo, se observaron otras plantas con desarrollo normal y con
buena producción. Se estima una pérdida de cosecha entre el 20 y el 40% según
zonas.
Valencia:
el cultivo presenta brotes cortos por falta de agua. Las lluvias del pasado mes
de junio llegaron tarde, pero contribuyeron a la recuperación de las plantas.
Se pueden distinguir dos zonas de afectación de la sequía: por una parte, la
zona de Utiel-Requena, con menor impacto de la sequía debido a las lluvias de
primavera, con una incidencia media del 30%, mientras que la zona del Clariano
(Vall d’Albaida y la Costera), a pesar de las abundantes lluvias- demasiado
torrenciales- caídas en junio, la pérdida de cosecha puede ser superior al 60%,
en donde van a quedarse bancales por vendimiar.
Olivar
Alicante:
en el mes de julio se confirmaba la importante pérdida de producción en las
principales comarcas productoras de olivar de secano, especialmente en l'Alt
Vinalopó, donde la reducción de cosecha se estimaba en un 75%. En El Comtat,
principal zona productora, se estimaron pérdidas de un 80%. En el caso de la
Marina Baixa la reducción llega hasta el 90% de la cosecha en los secanos y, en
el de la Marina Alta, hasta un 70%. Por su parte, en el Vinalopó Mitjà la merma
se valora en un 50%. En el Baix Segura oscila la bajada entre un 10% en regadío
y un 90% en secano. En l'Alacantí el descenso se estima en 30% en regadío y el
70% en secano.
Castellón:
las precipitaciones del mes de junio no alcanzaron la magnitud necesaria para
contrarrestar la sequía previamente acumulada en el cultivo del olivo. La
floración fue tardía y escasa y el índice de cuajado bajo. Los escasos frutos
presentaban en julio un tamaño por debajo de lo normal. Todo ello hace prever
una reducción de cosecha considerable ya que en las principales zonas
productoras de secano (Baix Maestrat, Plana Alta y Alto Palancia) se estima que
se ha perdido la práctica totalidad de la cosecha al situarse los daños por
sequía entre un 90% y un 100%. En el resto de las zonas productoras la afección
también es muy significativa oscilando entre un 40% y un 95%.
Valencia:
las lluvias del mes de junio no mejoraron de forma importante la situación de
este cultivo. La estimación de la reducción de cosecha en las principales zonas
productoras es elevada, así en la Canal de Navarrés y la Vall d'Albaida se
estima en un 90-95%. En los Serranos, varía en función de zonas situándose por
término medio en un 75%, en el Valle de Ayora un 25%, en la zona de Utiel en un
30% y en Requena un 60%.
Trufa
Castellón:
las actuales circunstancias con altas temperaturas y precipitaciones
insuficientes hacen esperar que la futura cosecha sea escasa. Las bajadas de
rendimientos respecto a una campaña normal se estiman entre el 40% y el 60%.
Pastos
Desde
el comienzo del año agrícola 2023/2024, únicamente se registraron
precipitaciones significativas en septiembre de 2023 y en junio de 2024. Desde
octubre hasta el mes de mayo, los niveles de precipitación fueron
excepcionalmente bajos, mientras que las temperaturas se mantuvieron en este
periodo más elevadas de lo que viene siendo habitual. Este déficit de lluvias
afectó particularmente a la ganadería extensiva de bovino, ovino y caprino de
la provincia de Castellón, ya que los pastos son la base de su alimentación. La
escasez y baja calidad de los pastos se mantuvieron en julio.
En
el mes de octubre de 2023 se inició el Plan 2023 del seguro de compensación de
pastos de Agroseguro que se fundamenta en la medición del índice de vegetación
(NDVI) mediante teledetección. El NDVI mide la cantidad y vigor de la
vegetación presente en la superficie; su valor está relacionado con el nivel de
la actividad fotosintética. No tiene en cuenta otros “indicadores de sequía”
(pluviometría, humedad del suelo…), aunque esté relacionado con ellos. El
nombre de las comarcas es el utilizado por Agroseguro que corresponde con la
comarcalización agraria del MAPA. La información de este índice se puede consultar
en el siguiente enlace: NDVI
Al
finalizar el mes de mayo (último mes para el que se dispone de este dato a la
fecha de finalización del presente informe) el índice de vegetación había
registrado un importante empeoramiento respecto al mes anterior y, sobre todo,
respecto al inicio del año hidrológico, momento en el que todas las comarcas
presentaban un índice de vegetación por encima de la media.
Alicante:
este índice no se encontraba en niveles de normalidad en ninguna comarca al
terminar el mes de mayo. Las comarcas Marquesado y Montaña se encontraba en el
estrato 4 al terminar el mes. En las restantes comarcas el índice de vegetación
se situaba en el estrato 2.
Castellón:
al finalizar el mes de mayo todas las comarcas tenían el índice de vegetación
en el estrato 4, por tanto, muy lejos de la situación normal de los pastos en
esa época del año.
Valencia:
las comarcas Hoya de Buñol, Horta de Valencia y Rincón de Ademuz finalizaron el
mes de mayo con un índice de vegetación en estrato 2. El resto de las comarcas
de la provincia presentaban un índice de vegetación en estrato 4, por lo que
estaban severamente afectados por la persistente sequía.
Ganadería
El
sector ganadero también se está viendo afectado por la escasez de agua y pastos
que está derivando en un incremento de los costes de producción. Ante la falta
de pastos naturales los ganaderos han de incrementar la alimentación mediante
piensos. Además, en las comarcas interiores están pagando el servicio de
camiones para transportar agua a sus explotaciones.
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