Titaguas vuelve a encender su "noche más bonica del año"

 

Diez años hace que los vecinos de Titaguas encendieron la primera vela de una noche que ya es todo un símbolo de la Serranía valenciana. La Noche de las Velas de Titaguas cumplió este año su décimo aniversario, con su novena edición (culpa de la pandemia que ha dejado estos deslices matemáticos) y lo hizo por todo lo grande y llenando, un año más, de magia las calles y rincones de la localidad del Alto Turia.

Cerca de 15.000 velas volvieron a iluminar Titaguas y miles de personas pudieron disfrutar en directo y participar de esta cita “con la noche más bonica del año”, en la que las luces artificiales se apagan y la oscuridad se rompe con el fuego de los cirios. Y de la música, por supuesto.

Porque la Noche de las Velas es luz y es sonido, el de las bandas y grupos que ofrecen, entre la penumbra, canciones que suenan diferentes. La Rondalla de Titaguas (Música popular tradicional), Lochlainn (Música folk de las tierras celtas), Los Uveros (Rock sinfónico), Bossa Antigua (Jazz), Ladies & Luz (Pop-Fusión), Tremé (Música Dixieland, Soul, Blues), TCH Horns (Cuarteto de trompas), Diego Herrero (Piano) e Iris arc quartet (Cuarteto de cuerda) pusieron el sonido a la noche.

Patrocinado por Don Simón… de Rojas Clemente

En año de Fiestas Gordas, que Titaguas se reserva como fiesta mayor cada siete años, no podía faltar un guiño a la Mojiganga, el baile tradicional con sus tradicionales torres humanas, que los titagüeños elevan al cielo cada mes de septiembre en septenario. Y fue precisamente una representación luminosa de los danzantes de la Mojiganga la que recibió a los visitantes en la Plaza como arco de triunfo a lo que vendrá. Flores, campanas, gatos, viviendas, soles, lunas… un sinfín de dibujos tomaron forma en el suelo titagüeño.

Y entre ellos, casi como anécdota bien buscada, la del patrocinio de Don Simón. Una creación pícara que, muchos, los que visitaron Titaguas por vez primera enlazaron con la conocida marca de vino. “¿Lo patrocinará Don Simón?”, se preguntaban extrañados. A lo que los vecinos, sabedores o cómplices de la broma, explicaban que Don Simón, en Titaguas, es Simón de Rojas Clemente, el ilustre botánico del siglo XIX que vio la luz (nunca mejor dicho) aquí en la Serranía y que es faro y ejemplo de la sabiduría que esta comarca puede exportar en cualquier momento y lugar.

Talleres diurnos

La jornada se completó con los ya habituales talleres para grandes y pequeños que llenaron de actividad las calles del pueblo durante todo el día: talleres de velas, planetario 3d, arcilla, juegos y rutas turísticas.

Titaguas volverá a desempolvar su “noche más bonica del año” en 2024. Que serán 11 años de aniversario y 10 redondos de celebraciones. Así quedará la matemática para siempre salvo que se decida celebrar dos noches de las velas en un solo año. Para compensar. Nunca se sabe.






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