El abandono rural en el Mediterráneo es causa de grandes incendios

 

Una investigación de la Universitat Politècnica de València, basada en la evolución en los últimos 50 años de las zonas arboladas de la provincia de Castellón, constata que el aumento sin precedentes de la cubierta vegetal en el Mediterráneo como consecuencia del abandono rural es la causa decisiva de los grandes incendios forestales de las últimas décadas.

Según han informado fuentes del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, se consideran los incendios forestales en el entorno mediterráneo como las principales perturbaciones naturales relacionadas con el cambio climático, que llevan finalmente a la deforestación.

Sin embargo, es mucho menos conocido que en el origen de los grandes incendios forestales de las últimas décadas en las zonas mediterráneas realmente está la expansión sin precedentes de la cubierta forestal propiciada por el abandono rural, a lo que se sumaría el cambio climático como potenciador del riesgo.

El cambio socioeconómico, espacial y ambiental ha provocado una situación hasta ahora desconocida. Durante siglos, en los paisajes mediterráneos los usos agrarios y ganaderos tradicionales abrían claros en la cubierta vegetal, generando un paisaje en mosaico, más resiliente a los incendios forestales.

Como consecuencia del cambio de los paisajes en mosaico por una cubierta vegetal ininterrumpida, en especial arbolada, los grandes incendios forestales han cobrado una enorme importancia en una sociedad con una visión urbana predominante sobre el resto del territorio.

Según este trabajo, dos procesos han demostrado ser críticos en el cambio de paisaje en el territorio mediterráneo: el abandono agrícola, y la expansión forestal como consecuencia del mismo.

Son las conclusiones de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Politécnica de Valencia liderados por Eduardo Rojas Briales, doctor ingeniero de montes, presidente de PEFC-Internacional y decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes.

El trabajo muestra que el área dominada por bosques densos (matorrales y bosques) ha aumentado del 17% al 28%, y el área dominada por usos de la tierra de transición después del abandono de la agricultura ha aumentado del 8 % al 21 % (terrenos agrícolas abandonados). En general, en el contexto de evolución progresiva hay una tendencia hacia bosques más densos en la región mediterránea.

Este trabajo, titulado "Análisis del cambio de uso y cobertura del suelo en la región mediterránea: un estudio de caso regional de la evolución de los bosques en Castellón a lo largo de 50 años", ha sido publicado recientemente en la revista Land Use Policy.

En él han participado Rafael Delgado Artés, doctor ingeniero de Montes miembro de la Junta del COIM en la CV y presidente de la Plataforma Forestal Valenciana (equivalente a Juntos por los Bosques), como primer autor; Virginia Garófano Gómez, doctora en Ciencias Ambientales; José Vicente Oliver Villanueva, catedrático, doctor ingeniero de Montes y expresidente de la Plataforma Forestal Valenciana, y Eduardo Rojas Briales.

Las conclusiones se basan en el análisis de los patrones de evolución en los últimos 50 años de las coberturas forestales en la provincia de Castellón, "un territorio paradigmático de los procesos de despoblación y, por lo tanto, representativo en el arco mediterráneo", señala Rafael Delgado Artés, primer autor de este estudio. La publicación recoge gran parte de su tesis doctoral defendida a finales de 2015.

Para este análisis se han utilizado técnicas de fotointerpretación y análisis temporal que han permitido ver las tendencias de evolución de los tipos de uso y cobertura del suelo a una amplia escala espacial y temporal en condiciones mediterráneas, específicamente en la provincia de Castellón durante la fase más intensa de abandono del territorio conocida hasta la fecha, entre 1957-2007, que rompió las estructuras sociales y espaciales de las grandes áreas rurales.

Estas transformaciones se produjeron más tarde en comparación con los países del centro y el norte de Europa y de forma más rápida (especialmente entre 1955 y 1975), sin ninguna planificación estratégica socioeconómica y espacial.

Mientras que en las zonas urbanas y costeras se produjeron transformaciones económicas y sociales sin precedentes, en las zonas rurales la población y la agricultura se hundieron progresivamente en muchas regiones.

En el contexto actual, el paisaje mediterráneo está en un proceso de deconstrucción que implica graves cambios económicos, ecológicos y sociales por el cese de las actividades humanas tradicionales.

Los bosques sin gestión por primera vez en la historia están colonizando nuevas áreas, alcanzando su mayor extensión conocida y densificando su estructura.

En este nuevo contexto, desde 1980 los grandes incendios forestales han tomado el protagonismo como los agentes perturbadores más importantes de la expansión forestal, y se están convirtiendo progresivamente en emergencias de primer nivel de dimensiones crecientes que evolucionan hacia eventos de mayor envergadura, con consecuencias más catastróficas y con graves daños ambientales y socioeconómicos a gran escala en un escenario de grandes amenazas por el cambio global.

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