La sobrepoblación de conejos pone en jaque los campos de cítricos de Castellón
Se han detectado ataques masivos hasta provocar incluso la muerte de los árboles por el corte total de suministro de savia
Los campos de cítricos de la comarca de la Plana Alta se ven amenazados por culpa de la sobrepoblación de la plaga de conejos que se une a la de otras especies de fauna y a otras provocadas por insectos como el Cotonet de Sudáfrica, pulgón, piojo rojo de California o la araña roja, según denuncia LA UNIÓ de Llauradors.
En
el transcurso de las últimas semanas la organización ha detectado ataques
masivos de conejos en las explotaciones citrícolas hasta el punto de provocar
incluso la muerte de los árboles por el corte total de suministro de savia a
las ramas y frutos. LA UNIÓ asegura que la presión cinegética es elevada en
toda la Comunitat Valencia y por ello reclama medidas para controlar y reducir
esta proliferación de fauna hasta unos niveles sostenibles para el medio, ya
que los agricultores tienen un sobrecoste a la producción que le incrementan
los gastos para poner medidas de control y reducción de esas especies. La
problemática se agrava aún más en zonas de seguridad donde no se puede cazar y
en aquellas donde los cultivos se abandonan por falta de rentabilidad, y ahí es
donde la Administración ha de actuar.
Hace
unos años que los agricultores detectaron heridas en la corteza de los árboles
producidas por mordiscos de los conejos. Se realizaron entonces tratamientos
curativos y preventivos a base de derivados cúpricos y otros productos que ya
se utilizaban para cubrir y curar heridas en el arbolado provocadas en la
acción de la poda, cubriéndose los daños a los árboles y evitando a manera de
repelente nuevos ataques de roedores. Sin embargo, ahora se observa que estos
tratamientos y productos ya no frenan la acción de los conejos, pues existe tal
presión sobre el medio debido a la superpoblación de esta especie que ya no
sirven métodos que antes eran efectivos. En los muestreos realizados en
determinadas fincas afectadas, sobre todo las más próximas a carreteras y vías
férreas valladas y con taludes, se ha podido comprobar que a los dos o tres
días de hacer un tratamiento con cobre o producto cicatrizante vuelve a
producirse un nuevo ataque incluso en la zona cicatrizada.
Los
datos recabados para cuantificar el número de conejos, contando las horas
crepusculares en las que son más activos y visibles estos animales, demuestran
que puede haber hasta 20 ejemplares por hanegada. Se han hecho hasta
"sacrificios" de árboles para comprobar cuánto tiempo tarda un conejo
en rodear totalmente el tronco, produciéndole la muerte por falta de suministro
de sabia a la copa, y se ha podido comprobar que en una sola noche los conejos
son capaces de matar un árbol, aunque no se sabe si por la acción de un solo
animal o de forma colectiva por varios.
Cabe
señalar que Agroseguro tiene una garantía por daños cinegéticos que
supuestamente indemnizaría la muerte del arbolado pero, en la práctica, las
condiciones para acceder la convierte en dificultosa e inviable. Se exige la
muerte del árbol, debe de haber más de un 20% de árboles muertos y además
existe una franquicia absoluta que implica que solo van a pagar los daños que
superen ese porcentaje y los agricultores deben asumir ese primer 20% inicial.
Además, y por si no fuera suficiente todo lo anterior, los daños no son
acumulativos, lo que supone que si esta campaña se tiene una afección del 19% y
en la que viene otro 19%, se tendría una pérdida del 38% del arbolado, pero
Agroseguro no indemnizará nada.
LA
UNIÓ solicita a las diversas Administraciones Públicas que se impliquen con más
medios y propuestas eficaces de contención ante esta problemática de la sobrepoblación
de especies de fauna silvestre, así como que la Entidad Estatal de Seguros
(ENESA) modifique las garantías del seguro para dar cobertura correctamente a
los siniestros y no imponer un condicionado de indemnización totalmente
inoperativo y que no cubre las necesidades del sector.
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