L' Oceanogràfic reintroducirá el gallipato en la Sierra Calderona
Se trata de un anfibio considerado como vulnerable en el catálogo de Especies de la Comunitat Valenciana
La Fundación Oceanogràfic llevará en los próximos meses a la Serra Calderona el «ofegabous» (Pieurodeles waltl), un anfibio considerado como vulnerable en el catálogo de Especies de la Comunitat Valenciana.
Replicará así, tal como detalla el diario Levante,
el modelo desarrollado con éxito en Sueras, en la Serra d’Espadà, y que ha sido
seleccionado entre los diez mejores de la Comunitat Valenciana en la
Convocatoria Medioambiental y Desarrollo Sostenible que promueven la Fundación
Bancaja y Bankia.
El proyecto «Oasis de vida, restauración de puntos
de agua para la biodiversidad local, el gallipato como especie bandera»,
persigue la regeneración de balsas o enclaves hídricos decisivos para anfibios
como este, presente únicamente en la Península Ibérica y Marruecos. «Es un
animal emblemático, perteneciente a un grupo en declive y amenazado», apuntan
desde la Fundación Oceanogràfic.
La iniciativa, que se inició hace tres años, incide
en la preservación de hábitats así como la conservación de fauna y flora local.
Pero no solo, pues también ahonda en la creación de una conciencia ambiental
entre el público, así como de material científico y divulgativo. «Gracias a su
cría en cautividad podemos reintroducirlo después en zonas donde está
desaparecido», señala el veterinario José Luis Crespo. A la pregunta de qué
aporta el gallipato, es claro: «Si no lo tienes, pierdes biodiversidad». Además
de ser un regulador de insectos, como en un efecto dominó es una pieza más en
los ecosistemas donde se desarrolla. Tanto en estado larvario, como de adulto.
Responsable conservador de la Fundación
Oceanogràfic, Crespo explica que como ya hicieron en tierras de Castelló, en la
Calderona está previsto contactar con vecinos que conocen el territorio para
localizar los lugares donde actuar. De la mano de la Conselleria de
Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, se
recuperan balsas abandonadas, se excavan hoyos para crear charcas nuevas o se
limpian pequeños humedales de carpas, especie invasora.
Los gallipatos que se reintroducen van marcados con
una solución que permite detectarlos con luz ultravioleta, o se les coloca un
microchip. Ello permite una monitorización exhaustiva y un control
epidemiológico, con la evaluación del estado de salud así como la evolución de
los ejemplares soltados al medio natural, tal como apunta Crespo / LEER NOTICIA COMPLETA
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