La Diputación de València trabaja por la gestión inteligente de los residuos
+ TURIA | La institución participa en los proyectos
europeos de economía circular URBANREC y Life Recypack, y estudia el
aprovechamiento energético de los residuos verdes para calentar espacios
públicos municipales | En las comarcas de València se producen más de 440 kilos
de residuos por persona y año, más de 1.120.000 toneladas anuales
En las comarcas de
València, cada persona produce más de 440 kilos de residuos al año, un total de
1.120.000 toneladas anuales, de las que se estima que 984.000 son desechos
mezclados y 136.000 de recogida selectiva. La Diputació, con motivo de la
Semana Europea de Prevención de Residuos que se celebra desde el 17 hasta el 25
de noviembre, reafirma su compromiso con el tratamiento adecuado de los
residuos urbanos y con el impulso de nuevos métodos de valorización de los
desechos y su reaprovechamiento.
La institución
provincial participa como socio en dos proyectos europeos para transformar
residuos urbanos en materiales aptos para uso industrial. Estas iniciativas de
economía circular son el proyecto URBANREC ‘Nuevos enfoques para la valoración
de los residuos voluminosos de origen urbano en productos reciclados de alto
valor añadido’, y el Life Recypack, para obtener plástico comercial valorizable
para la industria a partir del desarrollo de cuatro nuevos modelos de selección
de residuos comerciales en España y en Italia.
Desde el área de Medio
Ambiente de la Diputació también se trabaja en estudio del aprovechamiento
energético de los residuos verdes procedentes de la jardinería, la agricultura
o las tareas de gestión forestal sostenible, para la producción de un
combustible renovable destinado a la calefacción de los edificios públicos de
los ayuntamientos de la provincia.
La Diputació, además,
participa y financia hasta el 15% los consorcios de la provincia, encargados de
dar un tratamiento adecuado a los residuos que recogen los ayuntamientos,
seleccionando y separando aquellos materiales susceptibles de tener un segundo
uso, como el material metálico, los plásticos de diferentes densidades y los
residuos voluminosos, entre otros. La materia orgánica pasa un proceso de
higienización para generar un material bioestabilizado apto para el uso
agrícola y, en última instancia, se entierra a los vertederos controlados el
rechazo sin posibilidad de reciclaje.
Además, la Diputació
controla y supervisa los vertederos de residuos clausurados a la provincia,
para que cumplen todas las condiciones medioambientales exigidas por la ley de
residuos, y colabora activamente en las campañas de concienciación ciudadana en
materia de reciclaje y reutilización de los varios materiales aprovechables
existentes a los residuos, así como en la importancia de la recogida selectiva
y separada de la materia orgánica y la agrocompostaje.
La Semana Europea de la Prevención de Residuos
Con el fin de promover
actividades de sensibilización sobre los recursos sostenibles y la gestión de
los desechos, la iniciativa de la Semana Europea de la Prevención de Residuos
(EWWR en sus siglas en inglés) anima a autoridades públicas, entidades privadas,
sociedad civil y ciudadanos individuales a participar a través de la
coordinación de acciones; el desarrollo de herramientas de comunicación
específicas para grupos objetivos (colegios, empresas, administraciones,
asociaciones); la promoción de jornadas temáticas de prevención; y la prueba de
jornadas de limpieza de espacios públicos a nivel europeo bajo el lema ‘Let’s
Clean Up Europe’.
Los objetivos
prioritarios de la EWWR son las acciones de concienciación sobre la prevención
en la generación de residuos, basada en el sistema de las 3Rs —reducción de
residuos, reutilización de materiales/productos y reciclaje—; la promoción de
las políticas europeas en los diferentes países miembros; destacar y dar
visibilidad al trabajo llevado a cabo por los participantes en la semana;
proporcionar herramientas de comunicación y de formación adaptadas a las
necesidades de los participantes; y evaluar el impacto de las acciones y las
campañas de comunicación a partir de cambios en el comportamiento con respecto
a la forma de consumir y gestionar los residuos.
Un problema de salud humana y ambiental
Además de los perjuicios
para la salud pública y los entornos naturales, la mala gestión de los desechos
agrava los desafíos que plantea el cambio climático. Se calcula que en 2016 el
tratamiento y la eliminación de desechos emitieron 1.600 millones de toneladas
de dióxido de carbono, el 5% de las emisiones mundiales. Contar con sistemas
adecuados para tratar los desechos resulta esencial en la apuesta por una economía
circular, en la que los productos se diseñen para ser reutilizados y
reciclados, a través de formas inteligentes y sostenibles que permitan promover
el crecimiento económico eficiente y minimizar el impacto ambiental.
Entre los residuos más
preocupantes destacan los plásticos, cuyo impacto en los ecosistemas perdura
miles de años. En 2016, se generaron 242 millones de toneladas de residuos de
plástico, lo que representa el 12% de todos los residuos sólidos a nivel
mundial.
La rápida urbanización y
el aumento de las poblaciones llevan aparejada una generación creciente de
residuos, que perjudica a la salud humana y los entornos locales. Si los
núcleos urbanos no adoptan medidas urgentes, la cantidad mundial de desechos,
que alcanzó los 2.010 millones de toneladas en 2016, pasará en las próximas
tres décadas a 3.400 millones de toneladas, un aumento del 70%, según el
informe del Banco Mundial, ‘Los desechos 2.0: Un panorama mundial de la gestión
de desechos sólidos hasta 2050’ (2018).
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