El CVI instalará compostadoras en los municipios más pequeños de la región
+ TURIA | Manuel Civera, alcalde de Llíria y
presidente del Consorcio: "No creemos de manera abierta en el contenedor
marrón porque lleva muchos residuos impropios, y creemos más en la filosofía de
concienciación"
Trabajar codo con codo
con los vecinos para cambiar los hábitos y que todos se impliquen en las buenas
prácticas: esta es la estrategia que se ha seguido para la instalación en los
municipios del interior de la provincia de Valencia de más de 2.500
compostadoras hechas con residuos plásticos generados en la zona.
Una vertiente de la
economía circular sobre la que afirma rotundo a la Agencia EFE el presidente
del Consorcio Valencia Interior, Manuel Civera, alcalde de Llíria: "No
creemos de manera abierta en el contenedor marrón porque lleva muchos
-residuos- impropios, y creemos más en la filosofía de concienciación".
Para ayudar al ciudadano
y evitar "tantos colores" (de contenedores) en el ámbito rural, el
Consorcio va a facilitar compostadoras a urbanizaciones y municipios pequeños
de las comarcas Camp de Turia, Los Serranos, Rincón de Ademuz, Requena-Utiel y
la Hoya de Buñol, media provincia de Valencia, casi 250.000 habitantes.
Esas composteras -2.500
individuales y 48 comunitarias- las fabricará CM Plastik, la empresa valenciana
ganadora del concurso que utilizará el residuo plástico de las propias plantas
del Consorcio para construir los depósitos, en lo que supone "convertir un
residuo suyo en algo que necesita consumir", según ha explicado a Efe su
director en el área de Medio Ambiente, Agustín Porns.
En próximos concursos,
que se sacarán a medida que reciban subvención pública, se encargarán
composteras de mediano tamaño para barrios o comunidades de propietarios, y
otras de mayor volumen para grandes productores, como granjas, colegios,
hospitales o residencias.
Según Civera, con esta
iniciativa el residuo orgánico se queda en el propio municipio en forma de
compost para ser utilizado como abono, de la misma manera que las Tierras del
Vino de Utiel-Requena reciben material orgánico que ha sido valorizado en una planta
de tratamiento.
Todos los municipios del
Consorcio están concienciados y la gente "responde" y "está
comprometida", en unas comarcas que tienen el 20 % de la población y
sostienen el 80 % del territorio. "El mundo urbano que resuelva sus
problemas, que nosotros sabemos solucionar los nuestros", afirma el
presidente del Consorcio.
Dentro de la dirección
europea de eliminar los plásticos de un solo uso, la empresa CM Plastik ha
colaborado con el instituto tecnológico AIMPLAS como socio tecnológico en el
diseño de una especie de calculadora para objetivar los criterios de puntuación
del análisis del ciclo de vida de un producto en las licitaciones públicas.
Este programa
informático ayudará a los ayuntamientos en los procesos de compra pública verde
a partir de criterios parametrizados y puntuables, no intuitivos, que se basan
en el análisis del impacto generado desde su origen en la extracción de
materias primas, el gasto energético utilizado en su transformación y todo
aquello que se gasta hasta que el producto está en la calle, ha explicado
Porns.
Las administraciones son
"el principal agente" que puede reducir la huella de carbono pero el
personal administrativo necesita apoyo en la licitación pública y esa
herramienta informática funciona como una calculadora con metodologías
estandarizadas.
El proyecto con AIMPLAS
ya dio sus frutos a modo de "compra testimonial" para la ciudad de
València de 70 bancos reciclados con geolocalizador, la primera aplicación
práctica de esta iniciativa para aplicar criterios ambientales al mobiliario
urbano.
A juicio del responsable
del proyecto en el instituto tecnológico del plástico, Vicente Vert, se trata
de "hacer fácil" a la administración la selección de criterios y al
fabricante, mejorar el impacto ambiental de sus productos.
El proyecto, que está a
punto de terminar con la fase de verificación de la herramienta, tiene un plan
posterior: transferir los resultados a nivel estatal y a los otros socios de la
iniciativa para que lo den a conocer a los ayuntamientos e ir en la línea de la
compra pública verde y sostenible que promueve la Unión Europea.
CM Plastik apunta otras
posibilidades de uso de material cien por cien reciclado en el mobiliario
urbano, como es la paja de arroz, la posidonia recogida en las playas o la
fibra de palmera, con un objetivo que tiene variados beneficios, entre ellos
convertir un problema en una solución y contribuir a la conservación del medio
ambiente. EFE
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