Los meteorólogos advierten de la posibilidad de nuevas danas destructivas este otoño

Los expertos advierten que las danas pueden volver a provocar episodios extremos de lluvias torrenciales y ponen el foco en un mar cada vez más cálido, que aporta la energía necesaria para que estas tormentas se intensifiquen

El Mediterráneo vuelve a convertirse este otoño en objeto de especial atención para los meteorólogos españoles. La tragedia provocada por la dana de octubre de 2024 en Valencia y otras zonas del este peninsular —con lluvias torrenciales, inundaciones y graves consecuencias materiales y humanas— está aún muy presente en la memoria colectiva. Ahora, la pregunta de si un episodio similar puede repetirse planea tanto entre los científicos como entre la ciudadanía.

José Miguel Viñas, físico y meteorólogo, recordó en la conferencia organizada por Meteored Las danas en el otoño de 2025 que estos fenómenos “son parte natural de la dinámica atmosférica de latitudes medias”. Se forman cuando una masa de aire frío en altura se desgaja de la circulación general del oeste y queda aislada, pudiendo evolucionar hasta convertirse en una borrasca fría aislada, generadora de inestabilidad severa. “Es normal que se formen danas por la configuración de rotación del planeta”, señaló Viñas.

Un mar más cálido, más riesgo

Los especialistas subrayan que el otoño reúne las condiciones más favorables para que estas depresiones adquieran fuerza: vientos de levante cargados de humedad, relieve montañoso cercano a la costa y un mar que registra un calentamiento cada vez más acusado. El Mediterráneo se calienta a un ritmo de 0,04 grados centígrados al año, entre tres y cuatro veces más rápido que los océanos a escala global, lo que proporciona más energía y vapor de agua a la atmósfera, el combustible de estas tormentas.

El meteorólogo incidió además en la persistencia creciente de dorsales cálidas —las llamadas situaciones Omega— y en la interacción entre los chorros polar y subtropical, factores que aumentan la probabilidad de que las danas resulten más intensas y peligrosas. “Hay una incertidumbre alta sobre los impactos del cambio climático en las danas del futuro, pero todo apunta a que serán cada vez más explosivas”, advirtió Viñas.

Experiencias históricas y aprendizaje

Francisco Martín, físico y meteorólogo de Meteored, recordó que el impacto de las danas no depende únicamente de la atmósfera, sino también de la geografía y de la urbanización. “La riada del Turia de 1957 y la pantanada de Tous de 1982 supusieron un antes y un después, impulsando la construcción de infraestructuras y sistemas de alerta”, señaló. A su juicio, la dana de 2024 debe servir para reforzar la cultura del riesgo en España y mejorar la comunicación con la población: “El reto no es solo prever, sino transmitir el mensaje de forma rápida y eficaz para evitar nuevas catástrofes”.

La previsión para este otoño

El climatólogo Samuel Biener explicó que los modelos del Centro Europeo apuntan a temperaturas por encima de la media en toda Europa, incluida España, con posibles periodos húmedos e inestables en la vertiente mediterránea durante octubre. Aunque no necesariamente se repetirá un episodio como el de 2024, alertó de que los fenómenos extremos son cada vez más frecuentes en otras zonas del Mediterráneo, como Italia, Grecia o Libia. “Estos episodios son muy difíciles de anticipar hasta pocos días antes”, recordó Biener.

Los expertos coinciden en que el riesgo persiste y que la clave es reforzar los sistemas de alerta temprana, mejorar la difusión de mensajes y transformar la previsión meteorológica en decisiones rápidas y eficaces. Con un mar cada vez más cálido y unas condiciones más propicias, el desafío ya no es solo predecir, sino actuar.

 

Comentarios


EN TITULARES