La desertificación avanza por el arco mediterráneo

 

Un equipo del CSIC y de la Universidad de Alicante alerta de que la desertificación ya afecta a más del 20% del territorio español y urge a los parlamentos autonómicos del Mediterráneo a actuar con una estrategia coordinada.

Un problema que va más allá de lo físico

El arco mediterráneo español se enfrenta a una amenaza silenciosa pero persistente: la desertificación. Según las estimaciones de un grupo de científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Alicante (UA), al menos el 20% del territorio nacional ya está afectado por este fenómeno, sin contar la degradación de las aguas subterráneas ni la pérdida de biodiversidad. Las conclusiones se recogen en el libro Cambio climático y territorio en el Mediterráneo ibérico, que reúne las ponencias de la I Conferencia de Expertos sobre la materia, celebrada el pasado 30 de enero en Valencia.

La ponencia central, Desertificación, la pérdida de vitalidad del territorio, subraya que este proceso no es solo biofísico, sino que involucra la degradación de recursos esenciales como el agua y el suelo junto con factores sociales y económicos más complejos de rastrear. Los expertos advierten de que soluciones puntuales como la desalinización o la reforestación, aunque útiles, no bastan por sí solas y que es imprescindible una estrategia coordinada que contemple la interacción de múltiples variables.

Una hoja de ruta con respaldo científico

El equipo investigador, que integra especialistas de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS), el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), plantea un itinerario claro: comprender todos los eslabones del proceso, identificar con precisión dónde y con qué severidad se produce, y aplicar medidas adaptadas a cada contexto con amplio respaldo científico y social. Además, insisten en ampliar el enfoque para incluir la degradación de la tierra en general, abarcando incluso ecosistemas acuáticos afectados.

Recomendaciones políticas y un observatorio permanente

La conferencia, coordinada por Joan Romero y Ana Camarasa de la Universidad de Valencia, tuvo como objetivo principal trasladar recomendaciones concretas a los parlamentos autonómicos del Mediterráneo ibérico y al Senado, con el propósito de orientar las políticas públicas. Como continuación de este esfuerzo, la Universidad de Valencia ha creado la Cátedra institucional «Cambio climático, territorio y riesgos ambientales en el Mediterráneo», que funcionará como observatorio y centro de documentación para recopilar buenas prácticas y promover la investigación aplicada en esta región especialmente vulnerable.

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