Los radares de la DGT siguieron multando durante el apagón eléctrico en España

Durante el reciente corte eléctrico, muchos conductores creyeron que los radares no funcionaban, pero la realidad es que los nuevos dispositivos pueden operar de forma autónoma gracias a placas solares y tecnología avanzada

Durante los apagones que afectaron a varias zonas en los últimos días, numerosos conductores bromearon sobre la posibilidad de evitar multas por exceso de velocidad, creyendo que los radares estarían fuera de servicio al no haber suministro eléctrico. Sin embargo, esta suposición es solo parcialmente correcta. Aunque algunos sistemas de control como los semáforos con cámara dejan de funcionar sin conexión eléctrica, muchos de los radares actuales cuentan con sistemas completamente autónomos que les permiten seguir operativos incluso en condiciones extremas.

Una nueva generación de radares blindados

La Dirección General de Tráfico (DGT) lleva más de un año implementando una nueva generación de radares conocidos como radares blindados, caracterizados por su gran resistencia frente a vandalismo y su capacidad para operar de forma independiente. Estos dispositivos están protegidos con estructuras de acero y cristales reforzados, lo que los hace casi imposibles de destruir. Además, incorporan sistemas de climatización internos que les permiten seguir funcionando sin problema ante cambios extremos de temperatura, tanto en invierno como en verano.

Pero su mayor avance radica en su autonomía energética. Gracias a la integración de paneles solares, estos radares no necesitan estar conectados a la red eléctrica. Generan su propia energía, lo que les permite seguir detectando infracciones incluso en caso de apagón total. Equipados con sistemas GPS y conexiones wifi, los dispositivos pueden enviar en tiempo real las sanciones al centro de gestión de multas de la DGT en León, lo que garantiza una tramitación ágil sin necesidad de presencia humana en el lugar.

¿Qué pasa con los semáforos con cámara?

A diferencia de los nuevos radares, los semáforos con cámaras sancionadoras que detectan el paso en rojo o el no uso del cinturón sí dependen de la red eléctrica para su funcionamiento. Esto significa que durante el apagón, estos equipos dejaron de operar, como ocurrió en muchos municipios donde los semáforos permanecieron apagados durante horas. Aun así, algunos de estos dispositivos también comienzan a incorporar sistemas de respaldo similares, por lo que en el futuro podrían dejar de ser vulnerables ante cortes de luz.

Ventajas de esta tecnología

La implantación de estos radares no solo ha mejorado el control del tráfico, sino que también ha contribuido a reducir la velocidad media en zonas de riesgo y, por tanto, a disminuir el número de accidentes graves. Además, la capacidad de enviar infracciones en tiempo real mejora la eficiencia en la gestión del tráfico, y los datos recopilados permiten analizar patrones de circulación que ayudan en la planificación urbana.

Más seguridad y menos excusas

Con esta tecnología en marcha, cada vez será más difícil escapar a las sanciones por exceso de velocidad, incluso en condiciones adversas. La falsa seguridad durante los apagones ha quedado desmentida con la llegada de radares que no necesitan luz ni vigilancia. Los conductores deberán adaptarse a una nueva realidad en la que la seguridad vial se controla con sistemas cada vez más autónomos y eficaces.

 

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