Mancha Real (Jaén) construye una falla para Chiva como símbolo de solidaridad tras la DANA
Un grupo de voluntarios jiennenses dona una falla a Chiva en agradecimiento a su acogida
Lo que comenzó como una labor de ayuda tras las inundaciones
provocadas por la DANA de 2024 en la
Comunidad Valenciana ha terminado en un proyecto de hermandad entre dos
pueblos. Un grupo de voluntarios de Mancha Real
(Jaén), que viajó a Chiva para colaborar en la limpieza tras el
desastre, quedó profundamente conmovido por la acogida de los vecinos. En
agradecimiento, han decidido devolver el gesto de una manera muy especial: construyendo y donando una falla al municipio valenciano.
Una tradición fallera a 500 kilómetros de Valencia
Mancha Real es el único municipio fuera de la Comunidad Valenciana
con una tradición fallera consolidada, reconocida como Fiesta de Interés Turístico en Andalucía. Su
vínculo con las Fallas comenzó en los años 80, cuando un grupo de carpinteros
creó un monumento en honor a un compañero fallecido. Desde entonces, la fiesta
ha crecido y se ha convertido en parte del patrimonio cultural del pueblo.
Cuando los voluntarios regresaron
a Jaén tras ayudar en Chiva, se dieron cuenta de las dificultades que los
vecinos estaban enfrentando para celebrar las Fallas
de 2025. Fue entonces cuando, en colaboración con su artista
fallero habitual, decidieron crear una falla
solidaria que viajará 500 kilómetros para ser plantada en Chiva.
Un reto logístico y un homenaje a
los voluntarios
El proyecto se está llevando a
cabo sin financiación oficial, únicamente con donaciones
del sector del mueble y la colaboración
de empresas locales. A diferencia de las fallas tradicionales,
con su componente satírico y humorístico, este monumento será un homenaje a los miles de voluntarios que trabajaron en la
recuperación de la Comunidad Valenciana tras las inundaciones.
Ramón Figueroa, el artista fallero
encargado de su construcción, ha destacado la complejidad del proyecto y los
desafíos logísticos que supone trasladar una falla desde Jaén hasta Valencia.
“Al principio nos parecía una locura, pero la respuesta ha sido increíble. Nos
siguen faltando recursos, pero estamos decididos a llevarla aunque sea en
brazos”, ha afirmado.
Una cremà con un significado
especial
Gracias a que Chiva celebra las
Fallas más tarde que Valencia, los voluntarios de Mancha Real tienen margen
para completar el monumento. La falla se
plantará el 3 de abril y arderá el día 6, en una cremà que
promete ser un símbolo de esperanza y
superación.
“Cuando la falla prenda y las
llamas la consuman, también estaremos quemando el recuerdo de la tragedia.
Ojalá sirva como un augurio de que nunca vuelva a ocurrir algo así”, ha
señalado uno de los impulsores del proyecto.
Este gesto de solidaridad ha unido
aún más a Mancha Real y Chiva, demostrando que las
Fallas son mucho más que una fiesta: son un símbolo de resiliencia, comunidad y
unión entre pueblos.
.-
Comentarios
Publicar un comentario