Los regantes denuncian la eliminación de los planes de construcción de las presas de Cheste y Vilamarxant
La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) ha denunciado este miércoles que los nuevos planes hidrológicos eliminaron 73 proyectos hidráulicos, entre ellos, la construcción de cuatro presas en la provincia de Valencia que, además de abastecer de agua a la agricultura y a los ciudadanos, habrían contribuir a frenar las avenidas de agua como las de la DANA del 29 de octubre. Pide a la nueva vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, que "revise" la recuperación de estos proyectos cuando en 2027 se renueven los planes de cuenca y, a más corto plazo, reclama la construcción de las 27 presas que figuran en la planificación hidrológica al menos desde 2016 y cuyas obras siguen sin empezar.
El presidente de
Fenacore, Juan Valero, ha reclamado la construcción de las presas proyectadas y
que figuran en los planes de cuenca de los diversos ríos como una manera de
garantizar el agua para el regadío y la población, pero también con el
argumento de que "todos los embalses
sirven para laminar avenidas de agua presas".
Así se vio en
Valencia el pasado 29 de octubre, cuando el Ministerio de Transición Ecológica
reconoce que la presa de Forata logró contener parte de la riada que bajaba por
el río Magro y minimizar los efectos de su desbordamiento aguas abajo.
Según ha indicado
Valero, este freno podría haber sido mayor si se hubieran construido otras
cuatro presas que estaban previstas a lo largo del Júcar y Turia en la
provincia de Valencia -la de Cheste, Villamarchante, Montes y del Marquesado-
que no solo no se han llevado a cabo, sino que desaparecieron del nuevo plan de
gestión del río que, junto con los demás, el Gobierno aprobó en enero de 2022,
tras una laborioso proceso de elaboración y consulta con comunidades autónomas,
regantes y organizaciones ecologistas. En total, ha dicho, decayeron 73
proyectos de presa por toda España y se mantuvieron 27, que Fenacore exige que
se lleven a cabo ya.
De estas 27
nuevas presas, ninguna está en la provincia de Valencia, la más golpeada por la
DANA de octubre, debido a que el tercer ciclo de gestión de cuencas las
eliminó. Su vigencia es hasta 2027, pero en breve empezarán las primeras
consultas públicas para empezar a preparar la siguiente etapa de los planes de
gestión de los ríos, por lo que Fenacore pide a Aagesen que se abra a
"revisar" su exclusión de entre las obras hidráulicas que es
necesario llevar a cabo y volver a hacer un estudio de su coste-beneficio que
debería tener en cuenta también el presupuesto que será necesario destinar
ahora a restituir el daño de la DANA.
Lamenta el
ambientalismo sobre la planificación
"Cuántos
millones de euros vamos a terminar gastando para los daños de la DANA. Cuando
se tomó la decisión de eliminar esas presas había habido inundaciones pero no
229 muertos", ha dicho Valero en una comparecencia ante medios de
comunicación en la que ha defendido la construcción de presas y arremetido
contra la preeminencia de la visión ecologista, que se ha ido imponiendo cada
vez más a lo largo de los años, para superar ahora en importancia a la construcción
de obras hidráulicas para asegurar la disponibilidad de agua, la otra pata
junto a la de garantizar el buen estado de las aguas que cree que ahora tiene
el mayor peso. Con el cambio climático que ya deja ver sus efectos en periodos
de sequía y grandes riadas que desestabilizan el cauce de los ríos, ha añadido
también en la necesidad de construir obras y otras infraestructuras hídricas, a
las que se oponen los grupos ecologistas, en los últimos seis años con un
especial peso en las decisiones del Ministerio de Transición Ecológica que
ahora hereda Aagesen.
"El nuevo
ciclo de planificación hidrológica prioriza el ecologismo y la biodiversidad,
restituir los ríos a su régimen natural, sin evaluar los efectos. Europa prioriza
la filosofía ambientalista sobre la planificación hidrológica", ha dicho
Valero, que también frente a la visión ecologista, ha apostado por limpiar los
ríos y por encauzar ríos y barrancos, con medidas naturales pero también con
obras "grises", de hormigón.
"Estoy
seguro de que cuando la nueva vicepresidenta se siente y estudie el problema
del agua dirá que menos mal que tenemos presas e infraestructuras en
España", ha apuntado Valero. En Fenacore, ha añadido, "confiamos y
esperamos que haga ese análisis". "Vamos a intentar colaborar con la
mayor lealtad, pero con la mayor firmeza ante la defensas de estas soluciones
que no solo son buenas para el regadío", ha dicho. ç
Fenacore agrupa
al 80% de las comunidades de regantes de España, muchos de los cuales han
registrado pérdidas de más de 250 millones por la DANA, que inundó 70.000
hectáreas, que han hecho perder la cosecha de este año y los árboles, lo que
representa perjuicios para entre 5 y 10 años. Sobre todo en Valencia, con
40.000 hectáreas inundadas pero también, en menor medida, en Albacete, Almería,
Málaga, Huelva y Cádiz). En el pasado, ha tenido roces con Transición
Ecológica, por ejemplo a cuenta de su pretensión -apoyada por el ministro de
Agricultura, Luis Planas- de que se prohibiera implantar placas solares sobre
terrenos de regadío que hubieran tenido ayudas públicas, a la que se opusieron
Aagesen y su antecesora, Teresa Ribera.
Según ha dicho,
además del peso de las posiciones ambientalistas en contra, en la decisión de
no construirlas influyen distintas circunstancias, desde las demandas ante los
tribunales contra estos proyectos hasta la oposición de un determinado alcalde
con influencia en su presidente autonómico o en el Gobierno central.
2.500 millones presas
en lugar de eliminar azudes
Asimismo y tal y
como se ha venido argumentando desde el 29 de octubre por parte del Gobierno y
de todo tipo de expertos para no acometer otras obras previstas, como el
encauzamiento del barranco del Poyo, Valero también ha apuntado que tanto en la
eliminación de proyectos como las cuatro presas en el Júcar como en que aún no
se haya empezado a construir las 27 que siguen proyectadas tiene que ver su
coste económico. Según Fenacore, hay previstas inversiones por 3.000 millones
de euros pero solo se ha ejecutado el 29,2% de las obras hidráulicas previstas.
"En la
decisión de quietarlas [las presas valencianas] ha influido los medios
presupuestarios", ha apuntado el presidente de Fenacore, que también ha
recordado que el Gobierno tiene presupuestados 2.500 millones dentro de la
Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, que, en línea con la
"estrategia europea", va en el sentido contrario a la construcción de
prensas, tendente a destruir azures y pequeñas infraestructuras en desuso.
Desde hace
tiempo, es recurrente la denuncia, sobre todo por parte de Vox, de que
Transición Ecológica ha destruido presas. El Gobierno califica esta afirmación
de "bulo absolutamente incomprensible". Este miércoles, el presidente de Fenacore ha
dicho no querer "caer en la demagogia" y, como el Gobierno, ha
afirmado que tanto "desde España en toda Europa" lo que se está
haciendo es retirar azures y embalses "pequeños, que no se utilizan o que
no afectan a las demandas". Sin embargo, sí ha reclamado que parte de
estos 2.500 millones puedan destinarse a construir al menos las 27 presas que
figuran en los planes actuales de cuenca, además de "reflexionar"
sobre la inclusión de otras más a partir de 2027.
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