Valencia medirá durante un mes las consecuencias de la jornada laboral de cuatro días

 

La ciudad de Valencia analizará durante un mes el impacto de la jornada laboral de cuatro días. El plan se desarrollará entre el 10 de abril y el 5 de mayo y se analizarán las consecuencias personales, económicas o medioambientales de esta jornada, coincidiendo con que son festivos los lunes 10, 17 y 24 de abril y 3 de mayo. Tres de estos lunes ya eran festivos, y otro, el del 24, se ha reubicado ese día para permitir la realización del proyecto.

El objetivo de esta prueba, y del posterior estudio que se desarrollará sobre la misma, es, según ha apuntado el alcalde, Joan Ribó, comprobar si se verifica la hipótesis de que esta reducción de la semana laboral es beneficiosa sobre la percepción personal de la salud, el medio ambiente o incluso la productividad. Aunque queda fuera de la prueba, se da la coinciencia de que la primera semana completa de abril también tendrá cuatro días laborables, al celebrarse el día 7 la festividad de Viernes Santo.

"No se trata de un programa de reducción de jornada, porque eso no es competencia del Ayuntamiento de Valencia, sino de patronales y sindicatos. Se trata de hacer una prueba, una experiencia, un ejercicio de innovación, que muchas veces no consiste únicamente en inventar cacharros para hacer negocio", ha apuntado Ribó, quien se ha mostrado convencido de que Valencia será la primera ciudad del mundo que experimente este cambio durante un mes.

El estudio está coordinado por el centro municipal de innovación Las Naves y contará con la colaboración de la oficina municipal de estadística. Se prevé que durante abril y mayo se recopilen los datos necesarios, que incluyen entrevistas personales, y que los resultados finales sean presentados en julio.

"Innovar en ocasiones pasa por cuestiones de organización social, por desarrollar una ciudad más amable y saludable y por ganar tiempo de calidad para el cuidado de mayores o niños. Y también está relacionado con el futuro del trabajo, en un entorno de modernización y robotización que tiene como consecuencia la reducción de puestos de trabajo", ha agregado Ribó.

En consecuencia, durante estas cuatro semanas se analizará si se reducen las emisiones contaminantes, los consumos de electricidad o gas, los accidentes de tráfico o si se produce un incremento en el uso del transporte público o la bicicleta.

Desde el punto de vista de las personas, se realizarán encuestas a una muestra de la población valenciana para saber en qué se ha usado el tiempo extra, si se ha hecho más deporte, se ha leído más, si se ha aprovechado para realizar actividades culturales o tareas domésticas y cómo ha variado la percepción personal sobre la salud, los niveles de estrés o el sueño.

En el apartado medioambiental, se medirá la calidad del aire y los niveles de ruido, los consumos energéticos en domicilios y empresas, el comportamiento del tráfico o si se modifica la elección de productos en la cesta de la compra. También se evaluará cómo se comporta el comercio en diferentes sectores, dado que se prevén incrementos de la actividad de la hostelería y una mayor ocupación de los establecimientos de turismo de interior.

El alcalde de Valencia ha advertido que "seguramente la hostelería tendrá más trabajo, o quienes tienen una casa rural... Eso es lo que queremos averiguar, y es importante que todo el mundo sepa que estamos realizando una prueba piloto".

Además de las citadas encuestas, se prevé realizar entrevistas en profundidad a "agentes claves sociales" tanto en la administración como en la empresa privada, la academia, sindicatos o profesionales de los medios de comunicación.

"Hemos visto que el mundo va en este sentido. En Lituania se trabaja ya 4 días en la administración pública; en Reino Unido multitud de empresas han reducido un 20% las horas de trabajo manteniendo la productividad y con importantes descensos de las bajas por enfermedad; en Nueva Zelanda se trabaja cuatro días en las empresas financieras e incluso en Alemania el sindicato más importante ha firmado un convenio para que la semana laboral sea de 28 horas", ha destacado Ribó, que ha citado otros ejemplos en Suecia, Islandia y Portugal.

La propia Comunidad Valenciana puso en marcha ayudas el año pasado para un proyecto piloto de esta jornada laboral reducida con el mismo sueldo. También el Gobierno lanzó el pasado diciembre su propio plan de ayudas a aquellas empresas que reduzcan la jornada, que beneficiarán a entre 60 y 70 pymes industriales.

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