Alarma en el sector citrícola por la huelga de almacenes de la próxima semana
AVA-ASAJA advierte de que una parada en la recolección en estos momentos de la campaña provocaría pérdidas a los productores citrícolas
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) expresa su preocupación ante la anunciada huelga de almacenes citrícolas del 14 al 20 de diciembre, ya que esta parada se produce en un momento crucial para la campaña citrícola y podría tener una repercusión directa sobre las cotizaciones que perciben los agricultores debido a que se encuentran en la posición más débil de la cadena de valor y cualquier incremento de los costes termina por incidir negativamente en la cotización final que ellos reciben.
Por tal motivo, esta organización reclama
contención, mesura y responsabilidad a las partes implicadas en estas
negociaciones: los sindicatos, por una parte, y el Comité de Gestión de
Cítricos -entidad que agrupa al comercio privado- y la Federación de
Cooperativas Agroalimentarias, por otra. En ese sentido, la asociación también
recuerda que en el caso de la Comunitat Valenciana el convenio de
"collidors", cuenta con unas condiciones salariales que se sitúan en
torno a un 30% por encima de las que rigen en el resto de comunidades
citrícolas españolas: Andalucía, Murcia y Cataluña. Además, desde la
organización señalan que en un mundo globalizado como el actual es necesario
contar con una flexibilidad horaria, siempre dentro del límite de las 40 horas
semanales, puesto que la gran distribución podría optar por adquirir el
producto en otras zonas citrícolas en las que tiene mayor disponibilidad de
mercancía si desde aquí no somos capaces de proporcionar el servicio que se nos
exige.
AVA-ASAJA subraya que sus inquietudes al respecto de
estas negociaciones obedecen al hecho de que el precio de los cítricos se fija
desde la cúspide de la cadena de valor, es decir, desde la gran distribución,
de tal manera que todos los aumentos de los costes que se registren a lo largo
de un proceso en el que intervienen desde operadores comerciales, hasta
transportistas y trabajadores, se deducen del precio final que cobra el
agricultor, quien ya no puede repercutir esas subidas sobre ningún eslabón de
una cadena en la que ocupa el último lugar.
"Esta circunstancia constituye una clara
desventaja competitiva para el sector citrícola valenciano -apunta el
presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado- y cada vez son más los campos
abandonados por la falta de rentabilidad. Por tanto, no podemos seguir
ahondando en esas diferencias porque lo único que conseguiremos es agravar la
dramática situación que viven los productores citrícolas valencianos. Cabe
recordar que el sector naranjero alimenta a todas las piezas de la cadena, pero
desgraciadamente el productor experimenta serias dificultades para vivir
dignamente de su cosecha. Desde AVA-ASAJA también entendemos los derechos de
los trabajadores agrarios, pero para que este sector funcione es necesario que
el productor también reciba una compensación justa por el trabajo y dedicación
de todo un año".
Muestra de las serias dificultades económicas que
sufren los agricultores valencianos dedicados al cultivo de cítricos son las
cotizaciones que en estos momentos reciben por las navelinas y clementinas,
puesto que no cubren prácticamente los costes de producción.
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