Agricultores piden poder seguir usando el “abanico” para la aplicación de purines
+ TURIA | La Unió de Llauradors ha solicitado a la
Conselleria una moratoria hasta el 21 de febrero de 2021 para poder adaptarse a
la nueva normativa
LA UNIÓ de Llauradors i
Ramaders ha solicitado a la Conselleria de Agricultura que establezca una nueva
moratoria -la actual concluye el 30 de junio- hasta el 21 de febrero del
próximo año para adaptar a la nueva normativa la obligación de cambiar el
sistema de aplicación de purines en las explotaciones agrícolas de la Comunitat
Valenciana y que al mismo tiempo no afecte ni a la PAC de los ganaderos ni a la
condicionalidad de los agricultores.
LA UNIÓ ha aprovechado
también esta solicitud de moratoria para demandar la formación de un grupo de
trabajo sobre los purines y estiércoles con objeto de trabajar conjuntamente
con la Generalitat para valorizar los productos y potenciar la aplicación de los
abonos orgánicos frente a los inorgánicos. Otra cuestión relevante sería
disponer de un marco normativo sobre este tema en la Comunitat Valenciana que
impida a los municipios como hasta ahora sacar ordenanzas diferentes a la
autonómica.
La normativa estatal,
prorrogada en un primer momento por la Generalitat atendiendo a las
características específicas del sector agrario valenciano, establece la
prohibición de aplicar purines en las superficies agrícolas mediante sistemas
de plato, abanico o cañones. El tipo de explotaciones ganaderas de la Comunitat
Valenciana es predominantemente familiar, situadas en zonas desfavorecidas y
con una dimensión pequeña y minifundista, lo que dificulta la aplicación de la
nueva norma respecto a otras zonas y requiere de un plazo más elevado de tiempo
para adecuarse. Se deben valorar así mismo a juicio de LA UNIÓ las excepciones
de aplicación de la norma según por ejemplo el tamaño de explotaciones, su
pendiente, etc.
La moratoria establecida
ahora concluye a final de mes. Sin embargo, existe en la Comunitat Valenciana
un censo superior a las 1.000 cubas de purín de porcino -muchas de las cuales
no están todavía adaptadas a la nueva normativa- que podrían verse penalizadas,
así como otros titulares agrícolas por incumplimiento de la condicionalidad
dentro de las ayudas de la PAC. Por este motivo, LA UNIÓ ve necesario ampliar
el periodo de adaptación de la maquinaria hasta el 21 de febrero próximo, con
el objetivo de que no afecte a la campaña actual de la Solicitud Única de la
PAC y equiparar asimismo también la obligatoriedad de todas las explotaciones
más pequeñas.
En este punto, cabe
resaltar que una de las principales líneas de ayudas a las que el sector tiene
acceso para adaptar la maquinaria a la normativa de purines son las ayudas de
la Conselleria de Agricultura para la mejora de la competitividad y
sostenibilidad de las explotaciones ganaderas. El problema es que, tal y como
LA UNIÓ ha denunciado recientemente, para la convocatoria de este año se han
quedado sin ayudas ya un total de 180 explotaciones ganaderas por falta de
presupuesto.
En este último aspecto,
indicar por tanto que la Conselleria de Agricultura no ha dotado de presupuesto
ni tampoco formado e informado a los ganaderos acerca de las fechas para el
cambio de aplicación de los sistemas de aplicación de los purines.
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