Nueva alerta europea al encontrar hasta nueve pesticidas en mandarinas importadas de Turquía


+ TURIA | Fueron encontrados por las autoridades de Eslovaquia al realizar un control oficial en el mercado
El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rapid Alert System for Food and Feed, RASFF) ha emitido una alerta a los consumidores, al haberse encontrado residuos de hasta 9 pesticidas en mandarinas que habían sido importadas desde Turquía, según se desprende de la consulta realizada por Hortoinfo ante ese organismo.
Los pesticidas fueron detectados por las autoridades de Eslovaquia al realizar un control oficial de mercado.

Las mandarinas turcas contenían restos de los siguientes pesticidas: Acetamiprid, encontrado en una proporción de 0’21 miligramos por kilo. Buprofecina, con una presencia de 0’011 miligramos/kilo. El contenido de Clorpirifos era de 0’047 miligramos por kilo. De Fenvalerato se detectaron en las mandarinas 0’064 miligramos por kilo. De Procloraz, 0’089 mg/kilo. De Propiconazol, 0’33 mg/kg. De Pirimetanil, 0’89 miligramos por kilo. De Tiabendazol 0’81 miligramos por kilo y, finalmente, el Óxido de Fenbutestán estaba presente en una proporción de 0’022 miligramos por kilo.
Acetamiprid
Se trata de un insecticida sistémico de actividad tras-laminar con acción de contacto y estomacal, perteneciente al grupo de los Neonicotinoides. Ejerce control principalmente sobre insectos chupadores succionadores de sabia, larvas de minadores, trips y áfidos, en una amplia gama de cultivos, tales como arroz, maíz, soya, papa, hortalizas, cucurbitáceas, cítricos, ornamentales y frutales en general. 
No afecta a poblaciones de arañas benéficas Insectos auxiliares) enemigas de numerosas plagas de los cultivos.
La intoxicación por Acetamiprid puede ocasionar náuseas y vómitos, fallo respiratorio, taquicardia, hipotensión y boca seca, además de debilidad muscular, hipotermia y convulsiones.
Buprofecina
Es un insecticida y acaricida regulador del crecimiento, persistente, con actividad por ingestión, contacto e inhalación. No es sistémico pero es moderadamente citotrópico. Normalmente su acción se deja sentir durante el estado de ninfa; aun cuando no posee una marcada actividad sobre adultos, sí impide la puesta. Su efecto residual puede durar hasta 30 días. Actúa más lentamente con temperaturas bajas.
Los síntomas de intoxicación son irritación de piel y mucosa. Dolor de cabeza, sudoración, mareos, debilidad, salivación, lagrimeo, visión borrosa, fasciculaciones. Náuseas, vómitos, dolores abdominales, diarrea, convulsiones.
Clorpirifos
Se trata de un insecticida organofosforado, con un amplio grado de control y alto poder de penetración, que actúa sobre los insectos por contacto, ingestión e inhalación. Controla un amplio espectro de insectos chupadores y masticadores.
Hay que recordar, como publicó Hortoinfo, que el pasado día 6 de diciembre la Comisión Europea prohibió totalmente por su peligrosidad el uso de Clorpirifos. (Ver información)
Un grupo de investigadores de las facultades de Farmacia y Bioquímica y de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), junto con científicos de la Universidad Nacional de Comahue (Argentina), han comprobado que la exposición a bajas dosis de Clorpirifos (CPF) produce cáncer de mama. (Ver Hortoinfo de 25/02/2016)
Tras la reducción de los LMR para esta sustancia por parte de la Comisión Europea, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente español aprobó la retirada de los formulados a base de Clorpirifos (etil), para su empleo en los cultivos de tomate, pimiento, melón, sandía, patata, coles, alcachofa, manzana, pera, melocotón, uva de mesa, frambuesa y arándanos.(Hortoinfo de 20/07/2015)
Fenvalerato
Se trata de un piretroide sintético, con función insecticida y acaricida y actividad por contacto e ingestión frente a insectos masticadores y chupadores.
Actúa sobre el sistema nervioso de los insectos. Tiene también un ligero efecto repelente. Posee un rápido efecto de choque y ejerce un control persistente sobre áfidos y orugas de Lepidópteros, utilizándose principalmente contra orugas de lepidópteros y pulgones.
El Fenvalerato puede causar incoordinación, temblor, sialorrea, rinitis, vómito, diarrea, hiperexcitabilidad a estímulos externos, debilidad general, parestesias y prurito en áreas descubiertas de la piel de cara, manos, antebrazos y cuello, hipotensión, bradicardia y neumonitis alérgica.
Procloraz
Tiene actividad fungicida preventiva, curativa y erradicante. No es propiamente un fungicida sistémico pero muestra cierta acción translaminar. Actúa impidiendo la síntesis del ergosterol, componente esencial de la membrana celular, bloqueando la desmetilación en posición C14. Particularmente adecuado para controlar Ascomicetos y Deuteromicetos en muchos cultivos. Normalmente se formula como complejo de manganeso.
Propiconazol
Se trata de un triazol sistémico con actividad fungicida, de aplicación foliar y acción preventiva y curativa. Se utiliza para la protección de pastos, cultivos de setas, maíz, arroz salvaje y otros.
Pirimetanil
Anilinopirimidina con actividad fungicida preventiva y curativa, sistémica, traslaminar: desde el haz penetra hacia el envés de la hoja. No evita la germinación de esporas ni limita el número de células del tubo germinal, pero impide la extensión del tubo germinativo: actividad fungistática, por lo que se detiene su penetración en las células epidérmicas del hospedante.
Tiabendazol
El Tiabendazol es un fungicida de acción preventiva y curativa por contacto, de amplio campo de acción. Se absorbe por raíces y hojas e impide la mitosis al unirse a la tubulina por lo que se altera el crecimiento del hongo. También actúa sobre algunos nematodos.
En el suelo, su vida media puede oscilar de 33 y 120 días según condiciones de humedad y temperatura.
Óxido de Fenbutestán
Acaricida del grupo de los compuestos organoestannosos no sistémico que actúa por ingestión y contacto contra todos los estados móviles de ácaros, incluyendo las especies y razas resistentes a otros acaricidas. Muestra toda su actividad entre los 7 y 18 días después de la aplicación, pero los ácaros cesan de comer rápidamente después del tratamiento y los daños al cultivo se detienen casi inmediatamente. Se supone que inhibe las enzimas del ATP lo que paraliza los sistemas cardiovasculares y respiratorios celulares de los ácaros, impidiendo la fosforilación oxidativa.
Los compuestos organoestannosos se degradan normalmente más allá de la oxidación del hidróxido de estaño hacia el ácido estánnico sustituido. Es relativamente persistente en la superficie de las hojas y frutos y se degrada lentamente hasta estaño inorgánico. Se considera ligeramente persistente, 30 días, se adsorbe al suelo, sedimento y partículas de agua.

Comentarios


EN TITULARES