“Sí, la mayor parte de la ciudadanía es ejemplar”


+ TURIA | Trasladamos una carta recibida de una lectora del Camp de Túria en la que pone un punto positivo de la actitud de los ciudadanos ante la crisis sanitaria
© Esther P. Arrué | He querido enviar esta carta a los medios para poner una nota positiva entre tanto alarmismo y, en ocasiones, actitudes incívicas de mis conciudadanos. Esta mañana he acudido a un supermercado Lidl de un municipio del Camp de Túria (la lectora remite la información exacta pero preferimos obviarla).

Tengo que reconocer que ya en mi casa tengo provisiones para alimentarnos a mí y los otros cinco miembros de mi familia (algunos del sector de alto riesgo de contagio) durante varias semanas. Pero ante las imágenes que llevamos viendo desde el pasado viernes, con aglomeraciones de personas agolpándose en los establecimientos como si esto fuera el apocalipsis, decidí acercarme al super de mi localidad y acopiar con algo más.
Como tantos otros, he acudido llena de temores. El día, lluvioso, no ha acompañado para calmar los ánimos, creando un ambiente, es verdad, apocalíptico. Reconozco que esperaba encontrarme con una horda de compradores compulsivos, dispuestos a pasar por encima de quien hiciera falta para hacerse con la última bandeja de pechugas de pollo.
Nada más lejos de la realidad.
Hoy he podido comprobar cómo mis conciudadanos, al menos aquellos con los que he podido compartir este rato, están absolutamente concienciados para detener esta epidemia siguiendo estrictamente las normas establecidas por el Gobierno. Es cierto, y aquí lanzo un mensaje en favor de los empleados del establecimiento y, sobre todo, de la seguridad privada contratada, que debido a la lluvia muchos se refugiaban bajo los tejadillos sin guardar por momentos la distancia de seguridad de un metro o metro y medio.
Ante ello, en dos ocasiones, el guarda de seguridad ha salido a reprendernos e instarnos a mantener las distancias. Y no lo ha hecho de manera furiosa, ni alterada ni nerviosa. Lo ha hecho con la calma que requiere el momento, SONRIENDO, y pidiendo las cosas POR FAVOR. Ese es el camino. “Es verdad que no estamos acostumbrados a mantener las distancias”, ha dicho y ha sonreído. “Por favor, retiraos que podemos hablar sin problemas sin estar unos pegados a otros”.
Incluso una señora, a mi lado, ha comentado lo que todos pensábamos. “Esa es la actitud, la actitud caballerosa”.
Una vez dentro del supermercado, adonde nos han permitido entrar de uno en uno (según iban saliendo los de dentro), el civismo también ha sido la nota dominante. Y tengo que añadir que no me he encontrado las estanterías vacías. Por supuesto, faltaban muchos productos, algunos de ellos precisamente los que yo iba a comprar, pero había otros tantos con los que suplir la urgencia.
También en la caja, a la hora de pagar, la actitud ha sido ejemplar. Más allá de mascarillas (solo he visto a un matrimonio mayor con ellas puestas) o los guantes de látex (que sí que hay mucha gente con ellos), hoy he visto que, efectivamente, si nos lo proponemos somos ejemplares”.
Este es el camino, estoy segura, para vencer al coronavirus. Enhorabuena y sigamos así.

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