La Diputación de Valencia echa el cierre a Divalterra
+ TURIA | Los trabajadores, más de 700, han
anunciado acciones legales para defender sus empleos
La empresa pública de la
Diputación, que gestiona entre otros servicios las brigadas forestales y cambió
de nombre con el cambio de Gobierno por su vinculación a los casos de
corrupción del PP, se liquidará tras la investigación por las contrataciones
con Jorge Rodríguez.
El equipo de gobierno de
la Diputación de Valencia ha acordado este lunes el cierre "ordenado"
de la empresa pública Divalterra, la antigua Imelsa, tras la investigación
judicial abierta por posible prevaricación y malversación en la contratación de
altos cargos.
Así lo ha anunciado la
presidenta en funciones de la corporación provincial, Maria Josep Amigó, tras
la reunión del equipo de gobierno que iba a convocar la junta de portavoces
para la celebración, previsiblemente esta semana, del pleno donde se hará
efectiva la renuncia de Jorge Rodríguez como presidente de la Diputación a raíz
de su investigación en la operación Alquería.
En esa operación se
detuvo a Rodríguez y a cinco cargos más de la Diputación por las sospechas en
torno a varios contratos de alta dirección en Divalterra, que quedaron en
libertad pero siguen investigados judicialmente por los delitos de malversación
de caudales públicos y prevaricación.
A raíz de esa operación
el PSOE suspendió de militancia a Rodríguez, a quien el PSPV también apartó de
sus cargos orgánicos, y llevó al también alcalde de Ontinyent a renunciar a la
presidencia de la Diputación y al acta de diputado provincial, así como a la
delegación temporal de funciones en su Ayuntamiento mientras dure la
investigación judicial, declarada secreta.
Divalterra cuenta
actualmente con unos 700 trabajadores y nació para la gestión forestal y las
iniciativas de empleo local y rural en la provincia de Valencia.
Movilizaciones de los trabajadores
La Central Sindical
Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha anunciado este lunes movilizaciones
contra el cierre de la empresa pública y acciones legales para defender los
puestos de trabajo de los más de 700 empleados. El sindicato, mayoritario en el
comité de empresa de la antigua Imelsa, ha indicado en un comunicado que
"la incompetencia, negligencia y presuntas actuaciones delictivas"
por parte de algunos dirigentes políticos no pueden perjudicar la estabilidad laboral
de las familias que dependen de la empresa pública. Para CSIF, los empleados no
son los culpables de la situación de la compañía pública, y propone que si los
partidos que gobiernan en la Diputación no disponen de personas "capaces,
que sepan, quieran y puedan gestionar con honestidad y eficacia la
empresa", que convoquen un concurso público y transparente para cubrir los
puestos directivos.
Comentarios
Publicar un comentario