Pelut repite “Las reglas del juego”, un bigwall horizontal de 550 metros en Chulilla


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Los escaladores valencianos Vicente Cervera y Jesús García abrieron “Las reglas del juego” en la Pared de Enfrente de Chulilla durante varias etapas a mediados de los noventa: nada menos que 550 metros en horizontal (20 largos) en los que invirtieron muchos días de trabajo, obsesionándose luego con realizar la escalada integral de la vía sin bajarse al suelo y sin ayuda del exterior, lo que finalmente consiguieron los días 5 al 7 de abril de 1996.

Cuenta el fanático del artificial David Palmada “Pelut” que, hace muchos años, cuando vio el croquis de la vía publicado en Desnivel “lo que más me llamo la atención no fue su grado, sino la manera de enfocarlo de los aperturistas”, que le daba un toque especial. “La vía transcurre a no más de 50 m del suelo, siendo muy fácil abandonar en cualquier momento, pero si nos atenemos a las 'reglas de juego' la movida ya toma otro aire diferente, un aire como en cualquier big wall de calidad, podría decir que aún más duro por el factor psicológico de estar pensando ¿qué coño hago durmiendo y moviendo petates a 50 m del suelo?”.
A Pelut no se le ocurrió mejor regalo de cumpleaños para su amigo Javier Balaga que un estreno en el mundo del bigwall con una repetición de “Las reglas del juego”, y allí que se fueron el pasado 24 de abril.
Un sector poco concurrido
La ruta ya tenía una repetición anterior a cargo de Roy de Valera y Guillem Sendra, que la realizaron en dos tandas entre el 6 y 7 de diciembre del 96 y el 12 de abril del 97, pero la intención de Pelut era respetar las reglas del juego de los aperturistas, es decir, hacerla de principio a fin sin bajarse.
Claro que desde su apertura hasta la actualidad, Chulilla ha cambiado mucho, lo que ha planteado nuevos retos: “Hay algún tramo de pared donde se han abierto varias vías de carácter deportivo, y allí es donde me invadían las dudas, pues si algo tenía claro antes de la repetición es que aunque fuera la vía pionera del sector, nosotros íbamos a respetar sin lugar a dudas los sectores, las vías y sus gentes, dándole muchas vueltas al coco para “no molestar a nadie”, incluso pensamos en escalar de noche. La realidad es que durante los 4 días que duró la repetición solo 2 o 3 escaladores alemanes y polacos frecuentaron el sector, y siempre a partir de las 2 de la tarde; suerte o casualidad, pero lo importante era no molestar a nadie”. LEER NOTICIA COMPLETA
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