'Las Hachas' de Titaguas: fuego, espliego y tradición
+ TURIA | Grandes
y pequeños disfrutaron un año más de una tradición ancestral mantenida con el
paso de las generaciones
Titaguas es una localidad donde permanecen vivas
muchas tradiciones que conviven con
nuevos eventos. De esta manera se sigue
disfrutando de los juegos populares por San Antón a la vez que cada año tiene
más fuerza la Noche de Las Velas.
Cada mes tiene su cita festiva en el calendario
titagüeño y las del mes de diciembre tienen nombre y voz: las Hachas y las
Albadas.
Las primeras se enmarcan en la agenda festiva
del día de la Purísima, el 8 de diciembre, durante el día y parte de la noche.
Las Albadas son para Nochebuena, cuando los niños van cantando y anunciando la
Navidad de casa en casa y los quintos cantan a la Virgen, al cura, al alcalde y
a las mozas, junto con la rondalla, en la iglesia y por las calles del pueblo.
Y siguiendo esta ruta "litúrgica" de
diciembre, el pasado viernes grandes y pequeños disfrutaron de la tradicional
Noche de las Hachas. Hace ya unos años que quienes organizan las fiestas
patronales de septiembre se encargan de mantener vivas las fiestas del año (a
excepción de Los Mayos que organizan los quintos y las Fiestas de la Vendimia
de la que se encarga su comisión particular).
Los Clavarios de las fiestas patronales
aprovechan esta cita con las Hachas para tomar contacto con los vecinos e
invitarles a participar primero en el taller de la elaboración de Hachas, por
la mañana en la Plaza y por la noche, en el sagato, como se conoce a la lumbre
en Titaguas, de donde prenden las hachas que llevan el aroma del espliego por
todo el pueblo.
Acuden mayores y pequeños y van tomando manojos
de espliego seco que previamente han cogido los clavarios. El espliego es la
lavanda que luce morada en los campos en el mes de agosto, pero que llegados a
estas fechas, se ha secado y mantiene el aroma, pero no el color con el que
domina los paisajes estivales de los campos de Titaguas. Hay que proveerse de
cuerda de palomar o algún elemento con el que poder atar las ramas de espliego.
Aquellos que saben "hacer Hachas", sobre todo porque las han hecho
desde niños, enseñan a poner y atar correctamente el espliego para que pueda
prender y que no se deshaga conforme se consume. A media mañana ya se ven las primeras hachas
que se van guardando en sacos hasta la noche.
Antiguamente, cuando había muchos niños en el
pueblo, desde que el día comenzaba a cerrarse pronto, los más pequeños iban a
los campos a por espliego y ya en diciembre preparaban la albada, componiéndola
y ensayándola a diario. Llegaba Santa Bábara, patrona de la localidad y todos
salían con las hachas a lucirlas encendidas, actividad que repetían la noche de
La Purísima.
Actualmente sólo se hace una noche, que suele
coincidir con el 8 de diciembre, como este año. Taller, hoguera y cena
alrededor de la lumbre calentaron en la noche del viernes una jornada para
honrar a la tradición, llenando de aroma a espliego un pueblo que no olvida sus
raíces.
Grandes y pequeños... un año más... muchas tradiciones... y más viquipedia, pero poco contenido fresco de la jornada y del acto. En el lado positivo se habla de Titaguas que ya es lo importante. Xavi Santesmasses Benet
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