COAG cifra en 1.500 las hectáreas afectadas por el pedrisco en Utiel-Requena
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TURIA | Los daños se concentran en el sur de
Villargordo y el norte de Venta del Moro, principalmente en las pedanías de
Jaraguas, Casas de Moya, y sobre todo en la pedanía de Casas de Rey
La
tormenta de granizo que cayó en la tarde de este miércoles en la comarca de
Utiel-Requena ha afectado a más de 1.500 hectáreas de cultivo, sobre todo de
viñedo, y en menor medida de almendro y olivar, según las estimaciones de
COAG-CV.
Según
un comunicado de la organización agraria, el granizo afectó especialmente a los
términos municipales de Venta del Moro y Villargordo del Cabriel y el cultivo
más dañado es el viñedo, en el que acaban de comenzar las labores de
recolección, pero solo variedades más tempranas, como macabeo, que supone un 5
% del total.
Los
daños se concentran en el sur de Villargordo y el norte de Venta del Moro,
principalmente en las pedanías de Jaraguas, Casas de Moya, y sobre todo en la
pedanía de Casas de Rey, donde hay parcelas con más del 50 % de daños, según
COAG, que explica que más del 80 % de las parcelas donde se centró la tormenta
presentan daños indemnizables.
La
tormenta también ha afectado a los cultivos de almendra, por las fuertes
ráfagas de aire, que han tirado parte de la cosecha al suelo y de olivar.
Por
su parte, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha estimado que
la tormenta de pedrisco ha causado en la comarca de Utiel-Requena daños por
valor de un millón de euros en una superficie de 700 hectáreas de cultivo,
sobre todo de viña.
Los
términos municipales más castigados por el pedrisco son Jaraguas, Venta del
Moro, Villargordo del Cabriel y Casas del Rey, y las producciones que han
sufrido en mayor medida los efectos del temporal son de viña, con unas 600 hectáreas
damnificadas, y el olivar y el almendro, con 100 hectáreas.
En
cuanto al grado de afección, AVA-ASAJA calcula que los daños son muy variables,
pues hay explotaciones con apenas un 10 % de merma, hasta campos con la
práctica totalidad de la cosecha perdida.
En
líneas generales, los perjuicios medios se sitúan en torno al 40 % de la
producción, aunque también se han producido siniestros por arrastres de tierra
y rotura de infraestructuras agrarias.
"Si
el granizo siempre supone una malísima noticia para el agricultor, este caso
resulta especialmente frustrante, porque ha llegado en el peor momento posible
del año", ha indicado el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.
Los
viticultores de la zona empezaron la recogida de las uvas blancas hace una semana,
pero el grueso de la vendimia, con las uvas tintas como la Bobal, iba a
comenzar justo el próximo lunes.
Además,
esta reducción de cosecha se suma a la merma que ya iban a sufrir debido a la
sequía y que AVA-ASAJA calcula en torno al 30 %.
El
resultado de todo ello, según la organización agraria, es que muchos
viticultores "apenas tendrán uva por vender en una campaña donde las
perspectivas comerciales son positivas por primera vez en varios años a causa
de la escasa oferta en el mercado vitivinícola europeo".
El
pedrisco también se ha producido coincidiendo con el inicio de la campaña de la
almendra, mientras que en el caso del olivar todavía faltan unas semanas para
su recogida.
"Es
importante que en los próximos días no continúen las lluvias y el clima húmedo,
puesto que ello agravaría los daños derivados del pedrisco mediante la
pudrición de las producciones", ha indicado Aguado, quien ha reclamado a
las Administraciones medidas fiscales para los agricultores de los términos
afectados. EFE
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